Le habían robado su teléfono celular y enfrentó a quienes señalaba de responsables. Este fue el único problema que enfrentó Érika Hernández Olivares, una enfermera de 25 años. Horas después apareció asesinada en una zona solitaria que debía caminar para llegar a su casa en Ica. La indignación se ha apoderado de la ciudad que exige cadena perpetua para los responsables.
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La pelea que había tenido Érika fue con “meretrices que trabajan en la avenida San Martín”, como describieron portales de noticias locales. Luego de esto, delincuentes armados la habrían sometido y se la llevaron con rumbo desconocido. La encontraron “de rodillas y con un balazo en la cabeza”.
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Ya hubo una marcha en Ica y están convocando a otra para exigir justicia en el caso de la enfermera y en otros que se han registrado en una ciudad que es tradicionalmente tranquila. Ica es una gran receptora de visitantes locales, muchos de los cuales llegan desde Lima para pasar el fin de semana entre atracciones como el Señor de Luren y el oásis de la Huacachina.
Dos extranjeras con prisión preventiva
Dos de las mujeres con las cuales discutió Érika durante el robo de su celular en la avenida San Martín fueron detenidas y las enviaron a prisión preventiva durante nueve meses. Las identificaron como “Braysmary Lugo y Eidelyn Berrío”, dos ciudadanas extranjeras que residen en Ica.
Durante la audiencia hubo protestas a las afueras de la módulo del Poder Judicial, en la calle Chiclayo en Ica. También se realizó una marcha pacífica exigiendo justicia. “Quiero justicia para mi hija”, gritaba la madre de Érika durante el sepelio. “Yo sé que no me la van a devolver, pero quiero justicia”, exigió la mujer.