Para muchos hombres, rasurarse la barba es la esencia del proceso de afeitado masculino: la afeitadora es la clave que abre paso y da comienzo al día. Pero ¿cómo podemos afeitarla de manera que no se produzcan cortaduras e irritaciones? Si eres de piel sensible, sigue estos pasos para lograr un corte eficaz, indoloro y sin enrojecimiento.
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El afeitado húmedo puede ser una mejor opción para la piel sensible, así que considera buscar una afeitadora eléctrica puedas usar sobre la piel húmeda. Otro método de afeitado muy eficaz es el que se hace con maquinilla de hojas tradicional, pero ya dependerá de la preferencia personal cuál usar. Actualmente, las máquinas normales poseen dos o hasta tres láminas que cortan el vello facial en pocas pasadas, mientras que la electrónica retira el pelo grueso al ras entre dos hojas simulando una tijera.
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Ahora bien, lo importante es humedecer el rostro con agua tibia para suavizar el grosor del vello. Luego debes usar una crema de afeitar, preferiblemente que no tenga alcohol, para ayudar a preparar el pelo y la piel antes de la pasada de la máquina.
Evita afeitarte en cualquier dirección. Siempre sigue a tu barba, es decir, tienes que deslizar la cuchilla en la dirección en la que crece el vello: Desde las orejas hacia la boca, y desde la barbilla hacia el cuello. Quizá consideres que podrías lograr una afeitada más al ras si pasas la afeitadora a contrapelo, pero es una receta para el desastre, incluso si tienes una piel perfecta, ya que implicaría más posibilidades de sufrir cortes.
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Además, posiblemente porque todos están apurados en la mañana, la mayoría de los hombres aplican demasiada presión a la afeitadora; un toque más ligero ayudará a prevenir daños en una piel demasiado sensible.
Si padeces de una piel súper sensible, todos estos hábitos te ayudarán a prevenir la irritación después del afeitado y a mantener tu piel suave y tersa.