Verbal, psicológico, sexual o cibernético; muchos son los tipos de acoso escolar que día a día se apoderan de las escuelas del Perú. Y es que bajo el término popular “Bullying”, cientos de niños son sometidos a acosos extremadamente crueles por parte de sus compañeros, y de acuerdo a nuevas estadísticas incluso muchos padres desconocen la agresividad impuesta por sus hijos.
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De acuerdo a un estudio realizado por la plataforma SíSeVE del Ministerio de Educación en el Perú, se conoció que solo el 10% de casos de acoso son denunciados, alarma que ha motivado labores como la del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP), “No Es Juego”, una campaña contra el bullying en vísperas del regreso a las aulas.
Aunque muchos padres consideran que cambiar a sus hijos de colegio es una solución rápida, la verdad es que lo primero que se debe hacer como padres es, tras mantener la calma, notificar a la institución educativa y autoridades pertinentes, e incluso considerar el apoyo terapéutico para la víctima del acoso.
¿Se puede prevenir el bullying?
Recordemos que los actos de violencia comienzan a manifestarse especialmente en los adolescentes y gira alrededor de aquellos que no son capaces de defenderse. La intimidación puede comenzar con una agresión psicológica, pasando a la física, incluso sexual o el llamado “acoso cibernético”.
¡Sí! A un niño se le pueden enviar mensajes con insultos, imágenes desagradables, y la mayoría de las veces, enfatizan los expertos, es esta forma de acoso la que causa el suicidio. Es importante prestar atención a la conducta de los hijos y los cambios que pueda haber en ella; de esta manera se logrará identificar si pueden estar atravesando una situación de bullying y atraparlo a tiempo.
Evitar el acoso escolar a veces parece difícil, pero la realidad es que todos están expuestos en los espacios de interacción social. Conversar diariamente con sus hijos es una forma de prevenir el acoso, así como controlar el uso del internet y la información suministrada a través de redes sociales; e incluso visitar al psicólogo es ideal para prever que su niño sea tanto víctima como un acosador.
