Cada vez son más las personas que recurren a los remedios naturales. Y el aceite de oliva es uno de los que se ha popularizado en los últimos años por sus grandiosos beneficios. Algunos lo toman de mañana en ayunas para aliviar los síntomas de estrés y proteger el corazón; pero ingerirlo de noche tiene otros efectos que tampoco te querrás perder.
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El aceite de oliva es protagonista de muchas recetas naturistas especialmente para los problemas respiratorios, pero solo también aporta una gran cantidad de nutrientes y sobre todo alivio.
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Aceite de oliva para la digestión y la piel
Una cucharada de aceite de oliva puede convertirse en la solución para conciliar el sueño, pues sus propiedades favorecen directamente la digestión. Irse a la cama sin digerir la comida es uno de los principales problemas de quienes les cuesta entrar en modo descanso. Aunque lo más recomendable es evitar las comidas pesadas de noche o al menos no ingerirlas muy cerca de la hora de dormir.
Además de colaborar con la digestión el aceite de oliva es excelente para calmar la gastritis gracias a sus propiedades antiinflamatorias y para controlar la acidez estomacal. Pero si no estás dispuesto a tomar una cuchara, puedes añadirla en las comidas; bien sea en la ensalada, proteína o hasta en una sopa.
Pero esto no es todo, adicionalmente le aporta grandes beneficios a la piel. Al ser una fuente de antioxidantes, es ideal para retrasar el envejecimiento prematuro. Además de tomarlo e incluirlo en las comidas, numerosas personas han optado por utilizarlo directamente en el rostro en sustitución de la crema nocturna para eliminar la resequedad y atenuar las líneas de expresión.