Día internacional del huevo: 6 mitos sobre su consumo

Este viernes 12 se celebra el Día Internacional del Huevo, un alimento habitual en el consumo de las personas, pero que siempre ha estado envuelto en una serie de mitos que han dado una imagen errónea en torno a su consumo.

La reconocida chef Sandra Plevisani nos da a conocer algunos mitos que se han tejido sobre este alimento, además nos enseña cómo preparar un desayuno nutritivo a base de avena y huevo.

Estos datos los podrás encontrar en el libro El huevo, más de 60 recetas de Sandra Plevisani publicado por Editorial Planeta.

1. Aumento de peso: Nada más erróneo en un alimento que principalmente tiene proteínas, es bajo en calorías y produce gran cantidad de energía indispensable para el cuerpo.

1. Solo se debe comer la clara del huevo: Otro error generalizado; la yema del huevo contiene también gran cantidad de proteínas, vitaminas y aporta más minerales que la propia clara.

1. El colesterol de la yema hace daño: Si bien la composición de la yema es alta en lípidos, la mayoría de estos son más bien favorables para transportar la grasa dañina al hígado y disolverla.

1. Aumenta el riesgo cardiovascular: Como se dijo anteriormente, los huevos contienen grasas saludables que más bien permiten un mejor funcionamiento del sistema sanguíneo.

1. El huevo crudo es más provechoso que el cocido: El contenido proteico es similar; más bien, se recomienda cocer el huevo para evitar el contagio de la salmonelosis y para que la clara, al coagularse, pueda ser digerida mejor por los jugos digestivos.

1. El color de los huevos indica diferentes nutrientes: Falso; los huevos rojos, pardos y blancos tienen la misma proporción de nutrientes, y solo se diferencian por la pigmentación, debido a la raza de las gallinas que los han puesto.

Receta: Avena con huevo

Ingredientes:

½ taza de avena 1 huevo Aceite de oliva al gusto 4 cucharadas de queso gruyere o gouda Sal y pimienta Miel de maple

Preparación:

En una ollita, poner 2 tazas de agua y sancochar la avena, bajar la candela a fuego bajo y cocinar por 20 minutos. Sacar del fuego, ponerle aceite de oliva al gusto y los quesos. Emplatar y colocarle un huevo frito encima. Decorar con chives o cebollines, como en la foto, y un chorrito de miel de maple.

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