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Por Vanna PedraglioCoach deportiva y nutricional
Empezar un régimen de alimentación diferente al que estamos acostumbrados puede ser muy complicado. Cualquier cambio, sobre todo en nuestros gustitos, puede causarnos mental y emocionalmente una sensación de privación y hasta estrés.
Pues sí, aunque debas renunciar a esas papitas fritas frente a la tele o a ese chocolatito en la esquina de tu casa, déjame contarte que los efectos que produce una dieta balanceada en tu organismo vale mucho más que esos momentáneos placeres.
Aparte de sentirte bien físicamente, con seguridad verás la vida de otra manera, tendrás más energía, menos fatiga y dolores de cabeza y te sentirás con más ganas de vencer cualquier obstáculo. Puede parecer por momentos una misión imposible, pero si realmente interiorizas por convicción propia esta meta de cambio, nada te detendrá. Por eso, aquí te dejo algunos consejos para ayudarte a obtener mejores resultados en tu cambio de dieta.
1) Sigue la regla del 3+2
Consiste simplemente en consumir las tres comidas principales -desayuno, almuerzo y comida- y además dos meriendas o snacks. Esta distribución a lo largo del día te ayudará de diferentes maneras. Primero, porque no necesitarás comidas principales copiosas, ya que a las 2 o 3 horas podrás comer algo más para no sentir o pensar en pecar con alimentos altos en azúcares o altamente procesados.
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En segundo lugar, evitarás sentir un hambre descontrolada. Dejar que tu hambre se torne emocional en lugar de fisiológico puede meterte un gran cabe, así que mientras mantengas el control de las porciones y la calidad adecuada de tu comida, estarás en buen camino. La idea es eliminar esas ansias de picar y que tu organismo obtenga los nutrientes que necesita.
2) Come con tranquilidad y a horas específicas
Seguro que por el ritmo de vida tan acelerado que llevamos, en muchas ocasiones no nos tomamos el tiempo necesario para sentarnos a ingerir nuestros alimentos a conciencia, sin distracciones. Comer con calma le permite a tu cuerpo aprovechar al máximo lo ingerido, ya que mejora la digestión y amplifica los efectos de los nutrientes que consumes.
Y sentarte a comer en horas específicas genera una buena adaptación al cambio, lo cual mantiene tu metabolismo saludable. Es más, aunque parezca tonto, colocar en tu reloj una alarma para los momentos en que debes comer aparta las preocupaciones y te ayuda a hacerlo en paz. Tu cuerpo, tu mente y tus emociones te agradecerán que seas así de programado dentro de lo posible.
3) Las frutas son excelentes snacks
La madre naturaleza sigue siendo la reina en lo que nutrición y salud se trata. No hay alimento procesado que nos brinde los beneficios que nos entrega ella. Las frutas te llenarán de energía, debido a su contenido nutritivo; además, te mantendrás hidratado.
4) Bebe mucha agua
El agua representa más de la mitad de nuestro cuerpo, transporta los nutrientes a todos nuestros órganos y comunica nuestras células. Y esto es solo parte de lo que representa en nuestro organismo. Tomar al menos dos litros de agua al día es el mejor secreto para lograr resultados óptimos con tu peso. Ayudará a tu metabolismo a mantenerse eficiente y es una excelente manera de saciar y controlar el apetito.
En conclusión, sé que llevar a cabo una buena dieta no es fácil, pero estoy segura que puedes lograrlo. ¡Vamos, que sí se puede!
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