Siempre he pensando que las matemáticas son fáciles si es que entiendes la lógica detrás de cada operación. Todo tiene una razón. Si sacas la cuenta sobre lo que aprendimos en el colegio, descubrirás que todas las fórmulas matemáticas tienen su origen en dos operaciones básicas: las sumas y las restas. Las multiplicaciones y las divisiones son sumas y restas, respectivamente, pero de forma más programática.
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Las matemáticas están en todo
Tras acabar el colegio, uno piensa que las matemáticas no sirven para nada, salvo si lo tuyo es hacer dinero y llevar las cuentas bancarias. De ahí, solemos pensar que las mates son inútiles más aún si recordamos las clases de álgebra, trigonometría y geometría.
Lo cierto es que si bien no practicamos estas ciencias en un papel diariamente, sí que están presentes en todo lo que hacemos, incluso en las decisiones que tomamos a diario.
Quizá no somos conscientes de lo que hacemos y lo llamamos ‘intuición’, pero lo cierto es que hacemos cálculos matemáticos en un segundo plano mientras resolvemos preguntas comunes como ‘¿cuál es la fila más rápida del supermercado?’.
Las Cadenas de Markov
El canal de YouTube Derivando explica de manera sencilla cómo la Teoría de Filas puede ser aplicada a la hora que estás por elegir una cola en el cajero del supermercado.
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La Teoría de Filas ‘modeliza filas y proveedores de servicios, y su objetivo fundamental es predecir las longitudes de las filas y los tiempos de espera’. Esta información hace que posteriormente se evalúen mejores para optimizar el sistema de modo que los tiempos de espera se reduzcan.
La herramienta básica de la Teoría de Filas es la Cadena de Markov, un proceso aleatorio cuyo resultado varía con el tiempo sin guardar memoria del pasado. ¿Te perdiste? Pensemos en el lanzamiento de una moneda. Cada resultado es independiente al anterior: que salga tres veces cara seguidas no significa que la siguente deba ser cruz.
Volviendo al supermercado
Imagina que hay dos filas en el supermercado. Una con muchos carritos, pero con pocas cosas y otra con pocos carritos, pero muchas cosas. ¿Cuál eliges?
Siguiendo la lógica de la Cadena de Markov, la mejor opción es elegir la cadena con pocos carritos pero muchas cosas, porque en esta fila es probable que ocurran procesos que menos dependan del azar. Registrar los objetos del carrito es sencillo, porque es algo casi mecánico. El detalle está en el pago: se pueden caer las monedas, el cajero no puede tener cambio, se equivocan al marcar la clave de la tarjeta, etc.
Al elegir la cadena con menos carritos, reduces las probabilidades que ocurran estos eventos desafortunados que atrasan el proceso de compra.
Sencillo de entender, ¿verdad?
Por André Suárez del blog No hablemos de cosas tristes
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