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Por: Vanna PedraglioCoach deportiva y nutricional
Alimentarse bien o ser responsables con nuestro peso después de muchos meses puede resultar tedioso si seguimos con los mismos alimentos básicos. Nuestro cuerpo y nuestra mente nos piden innovar y buscar formas novedosas para poder seguir con nuestro estilo de vida sin recuperar los kilos perdidos. En otras palabras, si has seguido una dieta responsable durante unos cuantos meses, es muy probable que ya estés listo para dejar atrás esa monotonía y sin miedo crear tus propios menús aprovechando correctamente lo que has aprendido.
Entre los puntos más importantes para llevar una alimentación balanceada y mantener el peso ideal está el consumo de la proteína necesaria. Concéntrate en empezar el día con un desayuno de alto contenido proteico (huevos, pollito, queso bajo en carbohidratos, yogurt griego, leches vegetales), combinado con frutas o vegetales y grasas saludables para disminuir el apetito durante la primera mitad del día (palta, frutos secos y semillas, mantequilla, etc.).
Una dieta baja en carbohidratos y más aún en azúcares refinados es fundamental para mantener el cuerpo saludable, bajo en porcentaje de grasa y bien nutrido. Recuerda que la proteína -al igual que los azúcares o cualquier alimento que busques- sea nutritiva y no procesada. Evita por eso, antes que la carne roja en sí, los embutidos; muchos de ellos no especifican su tipo de fuente proteica o contienen grasas trans y azúcar.
Si se trata de fuentes de proteína animal, busca que mejor sean de origen orgánico, alimentados por pasturas naturales, como los que provienen de zonas como Oxapampa o Cajamarca. Esto hace que la grasa que el animal contiene entre su musculatura sea mayormente grasa saludable. Lo más importante para estar bien nutridos no es la cantidad de calorías que ingerimos, sino la calidad de los alimentos en sí. Si nuestro cuerpo recibe los nutrientes que necesita, hormonalmente estará en armonía y no padeceremos de sobrepeso u hambre.
Los alimentos enteros (hoy llamados así en oposición a los alimentos industrializados que no aportan nada nutritivo) son las verduras, las frutas y las legumbres, que deben seguir siendo la base principal de nuestra comida diaria. No digo que no sea super difícil dejar de lado los pancitos, las pastas, las galletas o los chocolates. Pero seamos responsables y a conciencia tomemos una buena decisión por nuestra salud.
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Un tercer consejo que puede ayudarte es establecer una rutina con horarios de alimentación. Este es un pequeño gran secreto, ya que las emociones, el aburrimiento o el estrés pueden meternos cabe y en unos minutos estropear meses de progreso. Tómate el tiempo de preparar o llevar de casa snacks saludables o tu almuerzo. Pero define horarios determinados. Así podrás contener el hambre o programarte y darte el tiempo de espera necesario que eliminará la ansiedad o la improvisación, que solo añadirá calorías extras a tu cuerpo.
Diviértete y cocina en casa, busca en Internet recetas ricas antes de hacer las compras de la casa y, sobre todo, sé práctico. Planifica tus menús y trata de seguirlos como si fuera un plan de vida; luego, cámbialo cada una o dos semanas. Date el tiempo para organizarte, verás que tal vez no lo cumplas a la perfección, pero hacerlo bien en un 80%-20% será suficiente para vivir feliz y fit.
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