‘La vida es bella, ¡vivamos 100 años!’, por Vanna Pedraglio

POR VANNA PEDRAGLIOCOACH DEPORTIVA Y NUTRICIONAL

La búsqueda de la eterna juventud o el elíxir de la longevidad ha estado presente desde el inicio de los tiempos. Son muchas las técnicas, dietas, estilos de vida y conocimientos científicos que nos prometen vivir más tiempo y con una mejor calidad. Se han hecho muchos estudios en diferentes comunidades longevas del mundo -las llamadas ‘zonas azules’- y sus coincidencias respecto al estilo de vida que puedan llevarnos a establecer algunas reglas de oro.

Entre los pueblos destacados se encuentran los sardos que viven en pueblos montañosos de Cerdeña, los habitantes de Nicoya (Costa Rica), los adventistas de Loma Linda (California) y los ancianos japoneses de la isla de Okinawa. En estas cuatro comunidades, los porcentajes de miembros centenarios en comparación con el resto del mundo son impresionantes. Y no solo se trata de cantidad de años, sino también de una incidencia de enfermedades mucho menor.

En Cerdeña, sobre todo los hombres, se mantienen activos hasta casi el fin de sus vidas realizando actividades poco estresantes como la agricultura, la jardinería o la ganadería. Destaca también el consumo de vino tinto, así como de vegetales en su gran mayoría cultivados en huertos propios o de las cercanías. Además, se le da mucha importancia a la familia; los mayores siempre están rodeados de sus parientes sin sentirse marginados.

Los japoneses en Okinawa llevan a cabo muchas prácticas que podemos tomar como ejemplo para aplicarlas en nosotros mismos. Como los sardos, tienen una dieta basada en vegetales y pescado. La cantidad de antioxidantes presentes es muy elevada, lo que constituye un gran diferencial para evitar el envejecimiento celular.

Ellos además tienen la regla conocida como el 80/20: acostumbran no comer hasta saciarse, prefieren quedarse con algo de hambre. A diferencia de la comida occidental, la carga glucémica de sus alimentos es muy baja al tratarse de vegetales de baja densidad calórica.

Y el pescado aporta grasas saludables y, sobre todo, las conocidas Omega 3 o grasas antiinflamatorias. El de Okinawa es considerado uno de los mejores prototipos de alimentación junto a la dieta mediterránea, también alta en aceites vegetales saludables.

En la península costarricense de Nicoya se repiten patrones parecidos de alimentación y vida social. Sus habitantes están acostumbrados a caminar largas distancias en su día a día y su dieta está basada en cultivos locales.

De los adventistas de Loma Linda podemos destacar ciertas diferencias, debido a costumbres dictadas por sus creencias religiosas. Tienen prohibido fumar y tomar alcohol, y evitan los alimentos procesados. Por eso, su dieta se basa en vegetales, granos, frutas y frutos secos, es casi vegetariana. Entre sus tradiciones está el shabat, un día al que deben dedicarse enteramente a la familia, practicando la meditación y alejándose así todos juntos del estrés.

En conclusión, podemos decir que vivir muchos años y hacerlo bien, disfrutando de nuestra familia y de nuestro cuerpo sano no es ningún secreto. Depende de la conciencia de cada uno para alimentarse con comida fresca, sin procesar y tradicional de nuestra localidad. Y del amor a nuestra familia, del civismo como comunidad, y de mantener una vida activa.