Es usual que en una etapa determinada los padres se vean en situaciones en donde sus hijos no saben controlar sus emociones: lloran, gritan, se molestan, e incluso llegan a lastimar con golpes o mordiscos. Lo primero que cruza por la mente de estos padres es pensar que se trata de la rabieta de un niño consentido y malcriado, entonces experimentan sentimientos de culpa y frustración al pensar que no lo están educando correctamente.
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Sin embargo, Yordana López, autora del blog El Baúl de Antonia, aconseja a los padres no abrumarse con estos pensamientos y darse un tiempo para comprender que todos los niños pasan por etapas, y que ellos son pieza clave para enseñarles a sus hijos a manejar emociones que muchas veces no son capaces de comprender.
A continuación la blogger de maternidad brinda algunos consejos para ayudarlos a controlar, descubrir y manejar sus sentimientos, impulsos y reacciones:
•Ayúdalos a reconocer qué es lo que están sintiendo, así ellos aprenderán a identificar mejor una situación en la que se sienten tristes, demasiado eufóricos o molestos y poco a poco podrán dominarlo. •Identifica las razones por las que se siente de esa manera, que se sienta apoyado por sus padres es fundamental. •Enséñales a expresar sus emociones de manera adecuada. Hazles saber que cuando se sientan tristes o enojados, pueden decírtelo y juntos lo resolverán. •Muéstrales alternativas para resolver sus problemas, pero no llegues a convertirlas en una imposición. •Comunícate con ellos. Los niños entienden todo y mientras más les hablemos y les expliquemos las cosas, las comprenderán mucho mejor •Manten la calma. Puede que al principio resulte difícil, pero es importante recordar que si se grita o amenaza al niño, se le estará inculcando precisamente el tipo de conducta que se busca desalentar. •Pero sobre todo, brindándoles mucha comprensión y amor y no te rías de sus reacciones. Las situaciones que quizás para nosotros resultan graciosas o sencillas, para ellos no lo son.
Estos consejos ayudarán a los niños en la comprensión y el manejo de sus emociones, disminuyendo los llantos, las rabietas y las reacciones violentas en los pequeños. Sin embargo, si un niño presenta una conducta agresiva frecuentemente y llega a herir a sus amigos o miembros del hogar en repetidas ocasiones, es posible que requiera ayuda adicional. No dudes en buscar el consejo de un psicólogo o de tu pediatra de cabecera.
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Para mayor información, ingresa a www.elbauldeantonia.com o encuentra a Yordana en Facebook.
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