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POR VANNA PEDRAGLIOCOACH DEPORTIVA Y NUTRICIONAL
Los tiempos actuales son muy estresantes. La globalización y las responsabilidades del trabajo nos aturden desde cada vez más jóvenes. Nuestro círculo ya no es más el de los amigos del cole o del verano, hoy en día puede llegar a ser el mundo entero.
Definitivamente, es un estrés emocional que las nuevas generaciones sufren. Por eso, entregar herramientas para manejar tantas tensiones será muy útil y hasta divertido. He encontrado métodos bizarros y creativos, utilizados en diferentes culturas que pueden ser aplicables en nuestro entorno.
El primero que encontré viene de Japón. En este país hay jornadas laborales tan intensas que se puede llegar a trabajar hasta 100 horas por semana. Es por este estilo de vida que entre los japoneses existen las llamadas ‘escoltas emocionales’.
Se trata de personas atractivas que son contratadas para abrazarte y que te preguntan sobre tus problemas para inducirte al llanto, consolarte y limpiarte las lágrimas como confort. Así como lo oyen. Cada sociedad debe encontrar sus respuestas locas ante locas costumbres como tanta sobrecarga de trabajo por la competencia del medio.
Otro método que encontré y que me pareció muy alternativo es la llamada terapia de flotación. Son como grandes bañeras llenas de agua a una temperatura media alta con hasta 400 kilos de sales de Epsom, lo que te permite flotar de manera relajada.
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Otros buscan la relajación mediante cánticos hindúes. Este tipo de música tiene un poder que ha sido cultivado durante cientos de años entre los maestros más respetados en el arte de la meditación y la relajación. La música de ese lado del mundo combina voces, diapasones, tambores y otros instrumentos para llegar a una melodía especial capaz de inducirte a un estado de profunda relajación.
La terapia de cristales ya llegó a Lima y ha ido adquiriendo cada vez más adeptos para encontrar un equilibrio emocional. Esta basada en conceptos tradicionales de energía de la medicina china. A los cristales se adjudican propiedades curativas y se colocan en lugares del cuerpo o chacras, con la idea de que faciliten energía positiva en puntos claves.
La última terapia que encontré y me pareció tan simple como increíble es la llamada técnica de Otonamaki. Creo que la intentaré hoy mismo. Cual maki japonés se trata de envolverse. Consiste en acostarse boca arriba, doblar las rodillas, y te envuelves completamente dentro de una sábana blanca para ser mecido como un bebé.
Este método fue ideado por una partera japonesa para reducir el estrés preparto y ha tenido mucho éxito como medio para volver a sentirnos acogidos, tranquilos y relajados, como si estuviéramos nuevamente en el vientre materno.
Todos nos estresamos de vez en cuando, por no decir casi a diario, es algo que forma parte ya de nuestra vida. Así que tomarse el tiempo de intentar cosas diferentes puede traernos una manera más positiva de decidirse a ver la vida. Sal de vez en cuando de tu rutina, cambia, ¡atrévete!
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