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POR VANNA PEDRAGLIOCOACH DEPORTIVA Y NUTRICIONAL
Cuántas veces nos hemos comprado un café o un dulcecito mientras nos conectamos a la computadora, el teléfono o nuestros pensamientos. En eso decidimos tomar un siguiente sorbo o mordisco y caemos en cuenta de que ya no hay. Nuestro café se acabó y no podemos acordarnos ni a qué sabía. En esos momentos nos damos cuenta de que hemos estado ocupados por tanto tiempo que no disfrutamos ni siquiera de las cosas que se supone son divertidas. De pronto no estamos viviendo nuestras vidas a conciencia mientras la vivimos. La tragedia no es que se nos acabe el dulcecito, sino que la vida pasa y el tiempo es un recurso que no se devuelve.
No estamos solos, somos muchos los que buscamos el cambio. Es por eso que busqué alguna palabra que me haga estar presente mientras, como todos los demás, estoy tratando de pasar los días. Así de pronto caí en la palabra ‘placer’. ¿Cuánto es el suficiente placer que te permites experimentar? Si aún no sabes la respuesta, aquí te dejo algunos consejos para identificarlo pronto.
El primer consejo es utilizar esta palabra como un gatillo para estar real y conscientemente presente. Así, cuando estés de manera rutinaria tomándote un café o invirtiendo tu tiempo en lo que desees, date un respiro y repítete tres veces ‘placer, placer, placer’ y aprende poco a poco a disfrutar una cosa a la vez. O estas tomando café o comiendo, o pasando el tiempo con tu teléfono. Tu atención solo estará en una cosa, las demás acciones se darán de manera automática. Y no debemos dejar nuestra vida en modo automático. El segundo consejo es que planifiques o tengas recordatorios. Puede ser entretenido agarrar tu calendario y en días al azar agendar la palabra ‘placer’ en momentos en los que sabes que tienes antojos, por ejemplo, a eso de las cinco de la tarde de un sábado. Así, de manera sorpresiva un día espontáneamente aparecerá en tu pantalla la palabra ‘placer’. Me encantaría ver cómo las experiencias de tu vida cambiarán por este pequeño detalle. Inhala profundamente, mira a tu alrededor, nota cómo el momento de ser fugaz puede llegar a ser muy largo, interesante y tal vez divertido. Cualquier situación puede ser placentera si te lo permites, desde oler el mar, tomar una ducha, leer un libro en completo silencio, mirar fijamente y escuchar a tus amigos o tomar un café. Solo debes darte la oportunidad de disfrutar tu vida.
El tercer consejo es que te reconectes con tus sentidos. Muchos de nosotros tendemos a ensimismarnos en conseguir objetos materiales, como muebles o ropa, pero ¿cuántas veces te has dado cuenta de lo suave y cómoda que son tus pijamas de algodón o tu sofá? Qué fresco se siente el tomate en la salsa de tus tallarines, lo rico que huele esa crema humectante o cuánto extrañabas sentir lo reconfortante que son los abrazos de esa persona que quieres tanto, abrazarla con los ojos cerrados y fuerte para reponer la energía del alma.
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Al final, todo se resume en estar hoy presente y darle placer a tu vida, vivirla al máximo. Sé que en la vida acelerada de la que todos somos parte hoy no es tan fácil, pero recolectar experiencias de vida nos hará personas más ricas en lo que somos y seremos.
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