Los alimentos que consumimos, por el Dr. Pascual Chiarella

POR EL DR. PASCUAL CHIARELLA ORTIGOSA, DECANO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD, UNIVERSIDAD PERUANA DE CIENCIAS APLICADAS – UPC

El pasado sábado 17 de junio, se publicó en El Peruano, el Decreto Supremo que aprueba el tan esperado Reglamento de la Ley N°30021, Ley de Promoción de la Alimentación Saludable.

En mayo del 2013 se publicó la Ley N°30021, que dice ‘la protección efectiva a la salud pública, al crecimiento y desarrollo adecuado de las personas, a través de acciones de educación, el fortalecimiento y fomento de la actividad física, la implementación de kioskos y comedores saludables en las instituciones de educación básica regular y la supervisión de la publicidad , la información y otras prácticas relacionadas con los alimentos y bebidas no alcohólicas dirigidas a niños, niñas y adolescentes para reducir y eliminar las enfermedades vinculadas con el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades crónicas conocidas como no transmisibles’.

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Desde el punto de vista académico, las universidades tienen la responsabilidad de formar profesionales de la salud comprometidos con el bienestar del ser humano. Para ello, es importante conocer el marco regulatorio, la conducta de la sociedad y del ser humano, las razones que benefician o perjudican la salud, las cuales se deben sustentar en estudios científicos, y por supuesto los parámetros nutricionales que correspondan.

Somos conscientes de que debemos mejorar nuestra forma de alimentarnos, debemos aprender que existen hábitos diferentes, algunos buenos, otros no tanto. Desde ese punto de vista, es importante tener conocimiento de lo que vamos a ingerir, sin que esto sea un trabalenguas complicado para la mayoría de las personas.

El problema generado semanas atrás con un producto lácteo, nos llevó a cuestionar diferentes aspectos. Habría un error en la denominación del producto (Norma General del Codex para el uso de términos lecheros – Codex Stan 206-1999 fao.org). El producto tiene muchos años en el mercado sin haber sido cuestionado, el consumidor ¿lee las etiquetas? ¿Se interesa en conocer los ingredientes y el contenido nutricional?

Debemos ser reflexivos y educar al consumidor para que busque lo que desee encontrar en los productos que consuma, que reciba la información necesaria para que tenga una elección acorde a su deseo y necesidad, sin afectar su libertad de elección.

Existía un vacío legal para la correcta información en materia de alimentos, con la reciente aprobación del reglamento, las estrategias para lograr la salud de nuestra población pueden mejorar y deben enfocarse, desde el área de la industria, en brindar información completa y comprensible. Por su parte, el Estado debe buscar educar a la población, algunas de las estrategias pueden ser: incluir cursos de nutrición básica en el currículo escolar liderado por profesionales en nutrición; desarrollo de actividad física apropiada; campañas educativas; todas ellas señaladas en el reglamento, el cual puede mejorar y variar en la medida que se progrese en esta materia.

El Reglamento es un avance, tiene oportunidades de mejora y debe ser parte de una sólida legislación que favorezca a todos los sectores involucrados: Gobierno, industria y sobre todo consumidores.

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Si no la necesitas, no la pidas. Controlemos el uso innecesario de los materiales de plástico.

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