Convertirse en árbol tras morir, una nueva alternativa funeraria

Por Mauricio Niño

Todas nuestras acciones suelen tener un impacto en el medio ambiente. Esto es cierto incluso cuando morimos.

Ante ello, existe una nueva tendencia: los entierros verdes. Así, mediante una urna ecológica, los restos de una persona vuelven a la tierra y se convierten en un árbol.

‘La urna es 100% biodegradable, hecha de materiales reciclados (como fibras vegetales y loza recuperada). En ella se colocan las cenizas y una semilla’, explica Gonzalo Valera, socio fundador de Semilla de Vida (www.facebook.com/SemillaDeVidaPeru).

Valera y cuatro amigos (Ricardo Acevedo, Juan Diego Vasquez, Diego Pomareda y Gonzalo Yrigoyen) tuvieron hace dos años la idea de traer esta tendencia a nuestro país. ‘Varios de nuestros clientes ya tenían las cenizas en una urna convencional, pero no querían tenerlas en casa ni lanzarlas al mar o algo parecido. Aquí les ofrecemos una opción más significativa’, sostiene.

Desde enero pasado, la empresa ha participado en la partida de 15 personas y más de 80 mascotas.

En el caso de los perros, gatos y otros animales, la empresa puede encargarse de la cremación. Para personas, los cuerpos deben pasar primero por el proceso de una funeraria.

‘No se trata solo de vender estas urnas. El objetivo a largo plazo es reemplazar los cementerios por bosques’, afirma Valera.

Por ello, ya hay conversaciones con algunos municipios para obtener un terreno en las afueras de la ciudad, donde se crearía un ‘gran pulmón verde’ con estas urnas.

La empresa ofrece 10 variedades de semillas de árboles en los ataúdes, entre ellos la ponciana real, la pseudoacacia, tulipán africano, Molle costeño y más.

No obstante, se puede sembrar lo que uno desee, como plantas de interior en una maceta en tu departamento.