En esta época en que la mayoría de las personas apenas tienen tiempo para desayunar o almorzar las comidas instantáneas, enlatados y jugos procesados están a la orden del día. Sin embargo, hay que tomar en cuenta algunos aspectos, si no queremos terminar con varios kilos extras por consumir más calorías de las necesarias.
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La nutricionista María Teresa Zumarán, de la Clínica Ricardo Palma, indica que algunos productos engordan más de los que parecen. Por ejemplo, los cereales y los jugos en caja contienen demasiada azúcar, al igual que los aliños comerciales. Las sopas de sobre tampoco son la mejor opción, tienen un alto nivel de sodio y pocos nutrientes.
Tan importante como realizar una buena elección de los alimentos que vamos a comprar, es cuidar la hora en que los consumir. Es mejor comer 5 o 6 raciones pequeñas de alimentos al día que solo 3 grandes. Cuando las personas pasan varias horas sin probar bocado, suelen servirse porciones más generosas para saciar su apetito y ansiedad.
‘Cuanto mayor es el número de comidas, mayor es el gasto calórico que realiza el organismo en la digestión, absorción y asimilación de los nutrientes contenidos en los alimentos’, explica Zumaran tras añadir que a media tarde no se debe comer galletas, pasteles ni snacks como papas fritas porque engordan.
Y, ¿los productos light, zero o diet?
Un gran número de hombres y mujeres son fanáticos de estos alimentos. Si bien no aportan calorías contienen mucho sodio, lo que genera retención de líquidos, aumento de peso y con el paso del tiempo problemas cardiovasculares y renales. Por ello, hay que consumirlos con moderación.
Zumarán refiere que para evitar subir de peso lo ideal es tener una dieta balanceada, consumir alimentos naturales y los industrializados solo de manera esporádica y siempre en pequeñas cantidades.
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