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VANNA PEDRAGLIOCOACH DEPORTIVA Y NUTRICIONAL
Ya no es ningún secreto que el ejercicio es importantísimo para mantener un cuerpo físicamente sano y en óptimas funciones. Sí lo sabemos, pero muchas veces no lo hacemos con el pretexto de la falta de tiempo. Si esa es la razón para no hacer actividad física, primero tendríamos que preguntarnos: ¿Cuál es el tiempo mínimo recomendado para realizar ejercicio según las principales organizaciones mundiales de salud?
Pues lo recomendado son 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado a la semana. Esto significa un trote ligero, nadar o caminar a un paso exigente. Pueden ser también 75 minutos de ejercicio aeróbico más fuerte, o una combinación de entrenamientos ligeros e intensos. Y por supuesto, dos sesiones de entrenamiento de fuerza a la semana. No es necesario mantener con exactitud el mismo tiempo cada día ni hacer ejercicios a diario. Obviamente, si podemos distribuir la actividad en al menos 30 minutos por día, eso será mejor a dejar para mañana las acciones que requieren mayor disciplina y esfuerzo. Desde chicos nos enseñan que las tareas se hacen el mismo día y que no debemos dejar todo para último minuto. Aplicar lo mismo será excelente en este tipo de situaciones. El ejercicio es una tarea que nos demanda fuerza de voluntad al inicio, hasta que -como cualquier cosa en la vida- se convierte en hábito. Pero el hábito se cultiva y en el caso del ejercicio -aparte de tener una recompensa estética- es un estilo de vida que cambiará la perspectiva que tenemos al afrontarla.
Según lo dicho, puedo recomendar diferentes combinaciones semanales para que encuentres la que mejor te funciona. Así, puedes hacer tres sesiones semanales de 30 minutos de aeróbicos moderados con 20 o 30 minutos de entrenamiento de fuerza, combinando ejercicios con peso externo y con el propio peso corporal (planchas, abdominales, sentadillas, estocadas o barras). Puedes también hacer dos veces por semana 25 minutos de entrenamiento interválico de alta intensidad, con piques o cambios de ritmo más exigentes dentro de tu entrenamiento aeróbico, tanto si decides correr, montar bicicleta en cuestas o nadar largos de mayor exigencia. Esto lo puedes complementar con entrenamiento funcional en circuito o metabólico otros dos días a la semana. Si es un entrenamiento guiado, mucho mejor, ya que siempre un profesional podrá exigirte, motivarte y, sobre todo, corregir malas posturas.
Todas estas recomendaciones evitarán la predisposición a sufrir enfermedades cardiovasculares o metabólicas, como la resistencia a la insulina, que afecta a tantas personas. Aunque no lo crean, el ejercicio es la más poderosa y efectiva medicina para cualquier enfermedad o condición anómala en nuestro cuerpo. Estudios realizados en la última década han evidenciado que ayuda a prevenir diferentes tipos de cáncer. La actividad física es la única manera conocida que te llevará a tener una mejor calidad de vida, además de hacerte sentir emocionalmente estable y en contacto con tu cuerpo, permitiéndote mantener un peso ideal. Además, está comprobado que potencia la creatividad.
Aun sabiendo esto, hasta el 80% de nosotros actualmente llevamos una vida sedentaria, considerada así por no cumplir con lo mínimo indispensable de actividad física semanal. Es hora de reprogramar nuestras prioridades y darnos un poco más de tiempo para nosotros, preocuparnos por nuestro bienestar y, al final, ser un ejemplo para nuestra familia. Únicamente depende de nosotros lograr una mejor versión de nosotros mismos. Si quieres algo en la vida, debes luchar cada día para conseguir estas metas que tanto buscas. Y mantenernos mental, física y emocionalmente sanos debe ser prioridad número uno, ¿no creen?