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VANNA PEDRAGLIOCOACH DEPORTIVA Y NUTRICIONAL
Estar lesionado o con alguna dolencia y no poder realizar tu deporte con intensidad o con la calidad a la que estás acostumbrado, puede ser hasta traumático y producir graves problemas emocionales en los deportistas. Deprimirse por una lesión puede ser bastante común y hasta inevitable. Pero no nos apuremos, estar dispuestos a afrontarlo de manera optimista será difícil, pero sé que no es imposible.
Por experiencia propia y por consejo de varios psicólogos deportivos, aquí recopilo algunos tips para encontrar esa luz al final del camino. Ante todo, debes tomar en cuenta que el deporte no es todo lo que te define. Estas oportunidades -hay que mirarlo así- pueden abrirte puertas a nuevas posibilidades en tu vida, otras opciones o maneras de hacer ejercicio. Recuerda el dicho: ‘No hay mal que por bien no venga’.
Primer consejo: identifica claramente la causa de la lesión. No hay misterios cuando se trata de lesiones, siempre hay una razón. Un buen diagnóstico es fundamental. Así podrás saber cuáles son los tiempos necesarios para tu recuperación. El dolor responde siempre a alguna razón, así que no lo dejes pasar y anda a un especialista lo más pronto posible.
Segundo consejo: Creo yo, el más sabio. Ten la valentía de asumir la lesión. Muchas veces, cuando estamos muy acostumbrados a entrenar todos los días a cierta intensidad, no poder hacer nuestro deporte con la misma calidad es difícil de aceptar. Saber que necesitamos reposo o seguir un tratamiento que implica una para en nuestras actividades habituales puede ser bastante pesado emocionalmente. Si estás pasando por esa situación, sí, tu vida ha cambiado, pero no pasa nada. El solo hecho de admitirlo te preparará para mirar hacia adelante y concentrarte en nuevos objetivos de manera inteligente, poco a poco, sin dolor. Deja atrás lo que identificaste que estabas haciendo mal, planeando nuevos objetivos.
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Tercer consejo: Confíar en el proceso de recuperación es clave. Cuando estamos lesionados nos impacientamos porque queremos ver mejoras inmediatamente y nos olvidamos todo lo que nos ha costado llegar como deportistas a donde estamos actualmente. El cuerpo tiene sus tiempos y procesos para regenerarse. Tomemos los tratamientos con paciencia, la desesperación puede actuar en contra y no permitirnos ver los resultados óptimos de los procedimientos que estamos siguiendo. Si encontraste al especialista en el que confías, solamente con disciplina, dedicación y voluntad – igual que con el deporte- lograrás una correcta recuperación. Tu médico te dará un plan de rehabilitación definido y claro. Es muy importante que te adaptes a este cronograma. Este será el momento en el que debes desafiar a tu cuerpo de nuevas maneras. Las personas activas necesitamos hacer algo cada día para descargar toda nuestra energía. No poder hacerlo a través de nuestra actividad física preferida nos obligará a ser creativos. No es algo tan malo, recuerda que hay muchas maneras de mantenerse activo. Mira en perspectiva, se te pueden abrir nuevos y mejores horizontes con objetivos que ni imaginabas.
Y por último, recuerda que no eres solo un deportista. Aunque te sientas triste, decepcionado o hasta enojado por un tiempo, es muy importante que sepas que hay más para ti que tu pasión por el deporte. La vida a veces tiene maneras que nos cuestan entender para obligarnos a redefinirnos como personas. Aprovecha este tiempo en el que te encuentras más alejado del deporte para hacer otras cosas a las que quizás antes no podías dedicarle tanto tiempo. Seguro hay muchas otras actividades por ahí que pueden hacerte feliz. ¡Atrévete y explora!