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VANNA PEDRAGLIOCOACH DEPORTIVA Y NUTRICIONAL
Cuando queremos llegar al peso ideal, en lo primero que pensamos es en el factor de la actividad física. Pero si tomamos como referencia únicamente el peso, quizá empezar a hacer ejercicio nos frustre, ya que puede pasar todo lo contrario. Habría que definir con qué objetivos pretendemos realizarlo: si buscamos ganar músculo y perder grasa corporal o si queremos perder masa corporal y peso en general. En el primer caso, puede ser que no pierdas peso, hasta podrías subir algunos kilos. En el segundo caso, estaríamos hablando de adelgazar sin tomar en cuenta la composición corporal. Y es ahí cuando debemos preguntarnos cuáles son los beneficios del entrenamiento y sobre todo cuál es la diferencia entre adelgazar y perder grasa corporal. Es decir, la diferencia entre lograr un metabolismo eficiente potenciando nuestro rendimiento o solo ver algunos kilos menos en la balanza.
La pregunta del millón sería: ¿cuál es la diferencia entre perder grasa y perder peso? El gran error en el que se cae por falta de información es asumir que se hace ejercicio para perder peso. No, el enfoque correcto sería decir que lo hacemos para perder grasa. Cualquiera puede perder peso sin hacer actividad física, recortando el consumo de carbohidratos o azúcares simples, alimentos procesados y granos en general. En ese caso, perderemos volumen (la que parece ser la única meta de muchos), pero eso representa en general grasa corporal y también músculo. Quienes tienen una rutina de ejercicios, en cambio, buscan un enfoque mucho más equilibrado: no les importa pasar un año entero sin reducir medidas, en tanto se logre perder grasa corporal y ganen porcentaje de musculatura magra. Esta es la gran diferencia.
Así podemos establecer ya puntos claros y diferenciados de lo que buscamos para mejorar nuestra salud y vernos increíbles. Al hacer ejercicio reduces el porcentaje de grasa corporal y a la par aumentas el de musculatura. No importa la balanza, toma como mejores referencias el espejo y la ropa. Ahora, ¿qué tipo de ejercicio nos conviene realizar? Todo depende de lo que buscamos. Si nuestra principal molestia son los rollitos, entonces debes eliminar grasa corporal, para lo que necesitas un entrenamiento aeróbico. Está comprobado que los de larga duración con intensidad media alta no solo consiguen que bajemos grasa corporal, sino que también disminuya nuestro apetito post entrenamiento. Si estamos empezando nuestros cambios de hábitos, con adquirir primero el deporte y no la dieta, este tipo de ejercicio es el recomendado. Para complementar este tipo de entrenamiento es ideal sustituir los azúcares simples por grasas saludables, frutas o proteínas.
Por otro lado, si ya comemos de manera más saludable y lo que buscamos es tonificar o aumentar masa muscular, lo ideal es el entrenamiento de fuerza. A diferencia del entrenamiento aeróbico prolongado, el que se hace intensamente no suprime el apetito a través de la hormona grelina, ya que genera en el cuerpo un ambiente de déficit energético. Es por ello tan importante tener buenos hábitos alimenticios antes de realizar entrenamientos intensos con cargas externas.
¿Qué tipo de entrenamiento es el ideal? Te recomendaría combinar ambos en circuito, alternando ejercicios de fuerza con otros aeróbicos, trabajando al menos 30 minutos con períodos de descanso cortos o nulos.
La pérdida de peso es más compleja que sacar calorías del cuerpo o evitar consumirlas. Requiere una constante vigilancia de la alimentación, la mayor dificultad a la que se enfrentan quienes quieren lograr cambios solo con ejercicio. Por otro lado, se puede afirmar que la actividad física encierra múltiples beneficios que afectan de manera distinta a cada persona. Así que debes encontrar el tipo de entrenamiento y alimentación que resulta mejor para ti.
