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Mg. Aylin Bayro NievesEspecialista en AprendizajeColegio Antares – CPAL
‘¡Siéntate a estudiar!’… ‘Hace rato que estás en la misma hoja’… ‘¿No tienes todo para trabajar?… ‘¿Cuánto te falta para terminar?…’
¿Les suena familiar? Todos nosotros hemos pronunciado estas u otras frases similares en algún momento cuando nuestros hijos están estudiando y/o haciendo las tareas en casa. No importa si son alumnos del nivel primario o secundario, inclusive jóvenes cursando estudios superiores.
De esta situación, surge una inquietud ¿cómo podemos apoyarlos para potenciar su tiempo de estudio y/o tareas en casa?
Solución: Implementando un adecuado ambiente para el trabajo y aplicando los tres momentos clave en la organización para el estudio.
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Antes de nada, con anticipación, debemos definir el ambiente dónde trabajará todos los días. ¿Cuenta con buena iluminación, una adecuada ventilación? ¿La mesa o escritorio se ve ordenado, atractivo para empezar a estudiar? Luego, considerar la importancia de contar con todos los útiles y materiales básicos a mano: una cartuchera u organizador con lápices, lapiceros, regla, tijera, goma, entre otros. Esto evitará que interrumpa una tarea para ir en busca de materiales.
Ahora si, todos los días debemos aplicar estos tres momentos para promover la adquisición de los buenos hábitos de estudio.
Primero, leer su horario de clases del día y verificar que cada tema tratado esté completo, tanto mapas, dibujos o resúmenes, y que los ejemplos hayan sido comprendidos. Esto será un efectivo medio de repaso de la información recibida y aliviará el esfuerzo en época de exámenes.
Segundo, realizar las tareas que se entregarán al día siguiente y al término de cada una, colocar un check en la agenda escolar o cuaderno de tareas. Inmediatamente, guardar estos cuadernos y/o libros en la mochila. Esto evitará tener ‘ tareas olvidadas’ en casa, es decir, tareas sin entregar.
Tercero, en un último momento, avanzar con alguna asignación o trabajo de entrega a mediano plazo para, luego, repasar los temas de las asignaturas que serán evaluadas al día siguiente. Así, será más fácil evocar la información.
Finalmente, revisar que los útiles y materiales estén cada uno en su respectivo lugar y que el ambiente de trabajo quede limpio y ordenado.
¿Fácil? Si, definitivamente. El esfuerzo de nosotros, los adultos, será en acompañar a nuestros hijos en esta rutina diaria para que sea adecuadamente ejecutada. Poco a poco, los estudiantes la convertirán en un hábito y serán independientes en su ejecución.
Ideas clave para recordar:
– Es necesario un acompañamiento inicial para ‘modelar’ cada momento y así, lo niños y jóvenes, sepan puntualmente qué hacer y cómo ejecutar cada paso.
– La adquisición de buenos hábitos para el estudio permitirá a los estudiantes ser autónomos en su proceso de aprendizaje.
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Si no la necesitas, no la pidas. Controlemos el uso innecesario de los materiales de plástico
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