‘Los dolores en la espalda o en el cuello son una señal de que algo no está bien. Lo primero que se hace en la quiropráctica es evaluar ese dolor para conocer las causas y trabajar un plan’, explica Daniel Röhsig, quiropráctico brasileño del Instituto Quiropráctico Internacional.
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Luego recién se trabaja en el ajuste quiropráctico, que consta de movimientos rápidos para poner los huesos o las articulaciones en su posición correcta.
Sin embargo, como dice Röhsig, este trabajo debe ir de la mano con terapias para fortalecer la musculatura y un proceso de concientización para mejorar nuestra postura al trabajar, ejercitarnos o dormir.
Quienes recurren a los quiroprácticos usualmente llegan con malestares en el cuello, lumbalgia y ciática (dolor agudo que recorre el glúteo y la parte trasera de la pierna, debido a una inflamación del nervio ciá- tico), causados sobre todo por malas posturas.
Según los síntomas, el nivel de su dolor y su edad, el especialista elige entre las más de 100 técnicas distintas que tiene la disciplina quiropráctica. ‘Yo atiendo a pacientes desde las tres semanas de nacidos hasta los 94 años’, dice Röhsig.
Para mantener una postura correcta, el especialista recomienda dormir de costado en posición fetal, con una almohada bajo la cabeza, otra entre las piernas y de ser posible, otra entre los brazos. ‘Esto permite descansar las curvaturas normales de la columna, lo que no se logra por ejemplo al dormir boca abajo, una postura no recomendable’.
Asimismo, para quienes trabajan en oficinas, aconsejó utilizar una almohadilla en la zona lumbar y no permanecer muchas horas sentados.
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