Ichiran es un restaurante japonés de ramen con una singular filosofía: el silencio. El peculiar recinto sitúa sus visitantes en cubículos personales para evitar el contacto con el público.
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Si bien salir a comer es una actividad social, pues se suele hacer con familiares o amigos, en Ichiran se considera que debe ser un momento de concentración personal. Por ello, los dueños del restaurante japonés colocan a sus clientes en cubículos personales cubiertos con cortinas, para evitar el contacto físico entre clientes y hasta con los mozos.
Las personas reciben su orden a través de las cortinas, llegando a ver solo las manos de la persona que los atiende. Incluso, para pedir su selección los usuarios marcan en una en una cartilla el tamaño y el tipo de sopa que desean, presentando su ticket de pago antes.
El restaurante en Nueva York sí posee mesas para compartir, a diferencia de Japón, y ha sido todo un éxito pues se forman colas fuera del establecimiento ubicado en East Williamsburg, en Brooklyn.