La Ciudad Sagrada de Caral , cuna de la civilización en América, fue espectacularmente iluminada para celebrar el 22° aniversario de su puesta en valor para el país y el mundo y abrió sus puertas para que los visitantes pudieran recorrer la zona y acampar de noche.
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También los visitantes pudieron participar en la ceremonia del fuego, un tradicional pago a la tierra, además de diversas actividades durante el día que incluyó la participación de los pobladores de la zona.
Ruth Shady, directora de la zona arqueológica Caral destacó que cada mes de octubre se iluminan los edificios y pirámides y se recorren los senderos de este milenario sitio arqueológico.
De esta manera, los turistas pudieron apreciar la majestuosidad de la ciudad, en especial la zona nuclear, zona donde se ubican las pirámides de mayor volumen. También se iluminó la zona arqueológica de Alpacoto, que corresponde a los últimos períodos de Caral.
El sitio está condicionado para personas con algún tipo de discapacidad, incluso se ha señalado un circuito para personas con discapacidad motora y adultos mayores.
‘Es una fecha emblemática de profunda significación para fortalecimiento de nuestra identidad cultural y en particular de la autoestima de todos los peruanos’ refirió la infatigable investigadora al hacer un recuento de los valiosos trabajos realizados durante estos 22 años.
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‘Queremos conocer cómo fue el sistema social. Tuvo prestigio a lo largo de 1,100 años, pero no conocemos suficientemente qué cambios se fueron dando. Sabemos que se inicia 3,000 años antes de Cristo, hemos encontrado 25 asentamientos de esta civilización a lo largo del valle de Supe y tenemos otros valles en los alrededores donde también se vienen encontrando las expresiones arquitectónicas en los centros urbanos similares a estos’ dijo.
Agregó que ahora se requiere precisar qué características tuvieron los asentamientos que fueron habitados como ciudades, pueblos y aldeas con diferentes extensiones e inversión de trabajo.
Precisamente, indicó que se vienen realizando trabajos en nueve asentamientos arqueológicos de la Ciudad Sagrada de Caral, Chupacigarro, Miraya, Lurihuasi, Allpacoto, Pueblo Nuevo, Piedra Parada, El Molino y Era de Pando.
También en el sitio arqueológico de Vichama, ciudad agropesquera de la civilización Caral y en el Áspero, ciudad pesquera de la civilización Caral (ubicada en Puerto Supe).
Shady fue enfática al expresar que ese conocimiento que se está recuperando no debe quedar en el mundo de los académicos y arqueólogos sino que debe transmitirse a la sociedad para generar en ella reflexiones.
‘Yo creo que un mensaje muy particular de esta civilización es el intercambio con otras culturas y sociedades de diferente ideologías y religiones pero en condiciones de paz. Lo que se ve es que hubo un manejo transversal a través del intercambio costa, sierra y selva y para beneficio compartido. No ha habido guerra, no hay armas, no hay ciudades amuralladas’, apuntó.
Sin embargo, aún no se ha determinado dónde enterraban a sus muertos por lo que en ese tema se necesita enriquecer más las investigaciones.
Caral Raymi
Las celebraciones por el 22 aniversario de la puesta en valor de Caral se iniciaron con un pasacalle alrededor de la plaza de Armas de Supe, con la participación de estudiantes de Supe que protagonizaron paseo de antorchas y faroles, así como recreaciones de la historia de Caral y los 11 sitios que se investigan.
Pudo apreciarse a niños y jóvenes muy bien ataviados con indumentaria, música y costumbres propias de la época. Fue notoria la colaboración de padres y la comunidad de Supe que ya se siente identificada con los hallazgos en Caral, gracias al gran trabajo de sensibilización que se desarrolla en las localidades del lugar.
El pasado viernes el público nacional y extranjero ingresó a la ciudad sagrada para participar en el Caral Raymi: ceremonia de pago a la madre tierra o Pachamama, por la productividad recibida. Este ritual estuvo a cargo del maestro cusqueño Arturo cervantes y la presentación musical de la Sociedad Nacional de Intérpretes y Ejecutantes de la Música (Soniem).
El sábado 28, con ingreso gratuito, los visitantes recorrieron la ciudad sagrada de Caral y participaron en visitas guiadas por arqueólogos y técnicos. También asistieron al Catu Caral, una exposición venta de productos agroecológicos y artesanales de los pobladores de Supe, Supe Puerto, Barranca, Huaura, Huacho y Végueta.
También se realizó el 8vo concurso gastronómico ‘El sabor de mi tierra’, que busca incentivar la creatividad gastronómica entre los pobladores del valle de Supe con el uso de productos consumidos hace 5,000 años.
Ganaron los representantes del sitio Miraya con ‘cuy a la piedra’ y ‘pachamanca de pescado’. Potajes acompañados por una calabaza también cocida a la piedra.
Ellos contaron que utilizaron el cuy y una lorna en pachamanca, ají arnaucho que es muy típico en el valle de Supe, choclo y camote todo cocido en piedra caliente.
Carlos Chávez, miembro del jurado, se mostró gratamente sorprendido con el resultado de Miraya debido al sabor, la presentación y los recursos y elementos nativos empleados.
‘La forma de cocción del cuy y del pescado han sido tal cual conocemos que lo hicieron los antiguos caralinos. La comida estuvo muy natural y jugosa, han hecho un trabajo muy bueno, el cuy a la piedra ha estado espectacular y la pachamanca de pescado envuelto en hojas de plátano con chincho y sal, en especial la cocción ancestral con la piedra caliente y con un plato que llega caliente y jugoso.
Vía Andina
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