Según estudio realizado con 22 000 personas, la convivencia sin casarse ‘ya no es un dato importante en la predicción de un divorcio, como solía hacerlo’, según Casey Copen, encargado de la investigación.
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Esta práctica se viene realizando hace buen tiempo. A finales de la década de 1960, sólo cerca del 10 % de las parejas habían convivido antes de casarse y terminaron con índices de divorcio más altos. En la actualidad, aproximadamente el 60% de las parejas convive antes de contraer nupucias.
‘Se está volviendo común, no es sorpresa que ya no afecta negativamente la estabilidad matrimonial’, dijo Wendy Manning, codirectora del Centro Nacional para la Investigación de la Familia y el Matrimonio, de la Universidad Estatal Bowling Green en Ohio.
Los investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) buscaron tendencias entre parejas con un solo matrimonio. De 2006 a 2010, entrevistaron a hombres y mujeres de 15 a 44 años. Cerca del 40% estaba casado.
El estudio halló que quienes estaban comprometidos y vivían juntos antes de casarse tuvieron prácticamente la misma posibilidad de tener matrimonios que duraron 15 años que las parejas que no convivieron antes.
¿Pero qué hay sobre las parejas que vivían juntas pero no estaban comprometidas? El nuevo estudio reveló que el matrimonio tenía menos probabilidades de sobrevivir a la marca de 10 y 15 años entre personas que no estuvieron comprometidas.
Por ejemplo, para las mujeres, hubo una posibilidad cercana al 60% de que un matrimonio sobreviviría 15 años en caso de que la pareja no haya convivido antes de casarse ni haya estado comprometida al momento en que compartían el mismo espacio.
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Pero si no hubo un compromiso firme de matrimonio mientras la mujer y su novio vivieron juntos, la posibilidad de que matrimonio tuviera una duración de al menos 15 años bajó a 53%. Las cifras fueron similares en el caso de los hombres.
Las explicaciones potenciales incluyen una actitud más relajada sobre el compromiso, niveles de educación más bajos y un historial familiar que hizo que estas parejas se mostraran pesimistas sobre el matrimonio, dijo Copen.
La experiencia de vivir juntos antes de casarse difiere de persona a persona, de acuerdo con Richard Settersten Jr., un profesor de Desarrollo Humano y Ciencia Familiar de la Universidad Estatal de Oregón.
Vía Publimetro México
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Gracias a todos los que colaboraron con la Reciclatón.