Para muchos tener acné podría ser lo peor que les puede pasar. Las marcas en la piel pueden convertirse en un estigma para quien las padece, pero según estudios realizados en el King College de Londres, las cosas podrían cambiar.
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Este instituto encontró que las personas que padecen o padecieron acné en algún momento de su vida son más propensos a tener los telómeros más largos, éstos son unas células que actúan como una barrera en la piel.
Los telómeros se encuentran al final de los cromosomas y son los encargados de proteger el deterioro de las células. A medida que las células envejecen, los telómeros tienden a romperse, por ello si son más gruesos, el resultado será una mayor resistencia y, por ende, un envejecimiento tardío.
De acuerdo a lo publicado por la revista Journal of Investigative Dermatology, se midió la longitud de los telómeros de más de mil doscientas personas y un cuarto de ellos había experimentado acné en alguna etapa de su vida. Al final, la piel de las personas que habían presentado acné tendía a envejecer de una manera más lenta que los que no lo habían presentado.
Los dermatólogos han estudiado por mucho tiempo la piel de las víctimas de acné y la forma en la que su piel se comporta. Todo parece apuntar que la piel de estos pacientes podría envejecer de una manera más lenta.
Fuente Nueva Mujer
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