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La artista neozelandesa Claire Hobbs encontró un gato atropellado en plena carretera hace siete años. Luego decidió ponerlo en una congeladora y durante tres meses se dedicó a buscar anuncios de mascotas perdidas para ver si encontraba al dueño.
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Al no tener suerte, Hobbs decidió darle un uso al cuerpo del gato y lo convirtió en un bolso. Y ahora ha decidido vencerlo. Para muchos es un diseño grotesco que le falta el respeto a la muerte de los animales. Mientras que para otros les puede parecer adorable.
Hobbs ha sido taxidermista por los últimos 15 años. Ella creó el bolso de gato como parte de una exhibición siete años atrás. Y recién se animó a venderlo a través de la página TradeMe. El costo es de US$1.027.
La artista explicó que convirtió al gato en un bolso “porque tenía una cara particularmente agradable, y el resto de su cuerpo estaba aplastado.”
Ella se defiende de las críticas afirmando que no mata animales para su trabajo. Más bien utiliza los que han sido atropellados, o que han muerto accidentalmente.
Además del bolso, Hobbs vende en TradeMe híbridos de animales muertos que ella misma crea. Por ejemplo, un híbrido de gato y pájaro puede costar US$3 mil, señala la web Mashable.
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Gracias a todos los que colaboraron con la Reciclatón.
