- Realiza algún ejercicio: la idea es descargar el estrés para que no interfiera con el sueño. Basta con una caminata diaria de 20 minutos.
- Ten un ritual nocturno: antes de irte a dormir, es preciso que bajes las revoluciones, para que puedas conciliar pronto el sueño. Así que programa para todos los días una actividad tranquila que te permita estar en calma. Por ejemplo puedes: bajar la intensidad de las luces, poner música tranquila, darte un baño de tina o simplemente sentarte en tu sillón favorito y tomar una taza de leche.
- Haz algún ejercicio de relajación o de meditación: la idea es que además de parar la actividad física, también calmes tu mente de las preocupaciones del día que pasó o del siguiente. No querrás que miles de ideas se agolpen en tu cabeza y no te dejen dormir.
- Cuidado con las comidas y la cafeína: una comida pesada en la noche puede volver tu sueño inquieto, y el consumo de cafeína lo espantará, así que cuida lo que comes y bebes antes de irte a la cama.
Vía Publimetro Chile
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