Al iniciar una consulta en el Centro Nutrición Inteligente de Santiago de Chile, donde se aplica, se realiza un simple examen para determinar el tipo de sangre, una nutricionista mide los dedos de las manos, la mandíbula y realiza múltiples preguntas sobre la historia de salud familiar. Todos estos puntos se unen y aparece el genotipo. ‘El largo de los dedos, la relación entre el índice y el anular, nos indican la influencia de hormonas durante la gestación. Las personas que tienen el índice más largo que el anular manifiestan una tendencia a tener problemas con la insulina, a engordar; y si tienen más largo el anular, bajan de peso más rápido, muestran más musculatura y menos problemas de insulina’, asegura la bioquímica Andrea Chicurel, directora del Centro Nutrición Inteligente de Santiago.
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La dieta del genotipo fue desarrollada por el doctor estadounidense Peter D’Adamo en el 2007, con el fin de ayudar a bajar de peso y mejorar la salud. Así, clasificó a las personas según el tipo de sangre que poseen y cómo esta interactúa con nuestros genes y el ambiente. Con el resultado, entrega un listado de alimentos, unos que te hacen muy bien, otros neutros y los que hay que evitar. ‘Esta información está en Internet, en publicaciones, pero lo importante es cómo trabaja la nutricionista con el paciente, porque la historia familiar y personal de salud son distintas. Quizás eres deportista, quizás tu familia no ha tenido cáncer, etc. Se personaliza un plan de alimentación’, señala Chicurel.
La especialista destaca que la dieta, aunque se pueda pensar lo contrario, más que reducir el peso, intenta cambiar el destino de las personas utilizando sus genes, incluso dejando atrás alergias alimentarias.
Las críticas de otros expertos hacia esta propuesta no se han hecho esperar. La doctora Pamela Rojas, nutrióloga de la Clínica Avansalud de Chile, dice que ‘la dieta del genotipo no tiene fundamentos científicos sólidos, es decir, no se han realizado estudios serios para evaluar su impacto. Hasta el momento no se ha determinado que por las diferencias físicas, algunas personas se beneficien de algún tipo de alimentos y otros no’.
A eso la directora de Nutrición Inteligente responde que ‘la medicina no es una ciencia exacta, se basa en estadísticas’. En todo caso, más allá de la ciencia, si nos funciona, es para nosotros.
La clasificación
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¿Qué tipo de persona serías tú?
Cazador. Se dice que tienen un delicado sistema digestivo, mucha acidez. Además, pueden ser sensibles al trigo. Debe evitar las harinas, la leche. Le es beneficiosa la carne.
Recolector. Tiene tendencia a engordar porque acumula grasa. Debe evitar carbohidratos, algunas legumbres y hasta frutas. Maestro. Lo ideal es que su dieta se base en verduras. Evitar los carbohidratos simples y el pollo.
Explorador. Se caracteriza por su mayor longevidad. Debe evitar las harinas, el café, el atún o la leche.
Guerrero. Se le puede reconocer porque es delgado en la juventud, pero engorda en la adultez. Su dieta idealmente se debe basar en verduras y debiera evitar las carnes rojas, la leche y sus derivados.
Nómada. Esta persona es muy adaptable y tiene buena digestión. Sin embargo, debería evitar consumir palta, tomate y pollo.
Vía Publimetro Chile
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