Hace ocho años, Jakob Hultman y Anders Dahlberg se reunieron en un pequeño taller sueco con una idea clara: diseñar la experiencia bicicletera más pura y simple, que ofrezca al ciclista un viaje sin extravagancias ni complicaciones. Hoy tienen tiendas en Estocolmo, Nueva York y Dubái, y desde fines del 2015, un pequeño showroom/taller en un garaje de Miraflores.
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‘Nuestro trabajo es mejorar el diseño clásico, pulirlo, refinarlo, y hacer que nuestras bicicletas se distingan de otros diseños’, explica Anders. Quizás por eso, su consigna sea lo que llaman ‘innovación clásica’: bicis inspiradas en diseños clásicos y elegantes, pero con componentes innovadores. Por ejemplo, todas las bicis cuentan con dos velocidades y un sistema automático de cambios que se activa al superar los 18 km/h. Los marcos son de acero 41, más fuerte que el acero regular y más ligero que el aluminio. Y todas las otras piezas -aros, asientos y mangos- pertenecen a un selecto grupo de proveedores, como la inglesa Brooks, la italiana Concor Selle o la francesa Beau Veló. Las llantas, de apariencia estilizada y frágil, han sido fabricadas para soportar largos viajes sobre calles adoquinadas o de piedras. Buena garantía para circular por Lima.
¿Y cómo llegó Cykel al Perú? ‘Decidimos apostar por esta marca sueca porque lo que más veíamos aquí eran bicis urbanas de segunda o de fabricación barata’, cuenta Antonio Roig, uno de los socios de Cykel Perú, que descubrió estas bicicletas en un viaje a Estocolmo. ‘Nos parecía importante ofrecer bicis urbanas de alta calidad, que te permitan movilizarte rápido y seguro, y que además te durarán muchísimos años’. Avisados están para cambiar su forma de moverse por Lima.
Belleza y eficiencia
‘Lo bueno de las bicicletas es que son hermosas de por sí’. Anders Dahlberg, diseñador sueco y fundador de Cykel.
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