Vida y Estilo

Tatuarse enamorado, el peor error que puedes cometer

Que sueñe en grabarse para la eternidad el nombre de la persona que lo tiene apasionadamente enamorado en la piel o que a los 18 años, como un gesto de rebelión, desee tatuarse un dragón en el pecho, más vale pensarlo dos veces antes de pasar a los hechos.

Estudios muestran que cada vez más estadounidenses se tatúan (uno de cada cinco adultos, según uno de ellos), pero también que cada vez más se arrepienten de haberlo hecho.

“En los últimos cinco años, hemos visto un gran aumento de la cantidad de personas que buscan que se les saque un tatuaje”, dice Dan Mills, presidente de la Asociación Estadounidense de Cirugía Plástica Estética (ASAPS).

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Según ASAPS, el año pasado 46.500 estadounidenses recibieron un tratamiento para borrarse un tatuaje, lo cual representa un aumento de 39,4% comparado con el año anterior.

“Mucha gente se los hace borrar porque no quieren que sus hijos los vean y luego vayan a hacerse un tatuaje ellos mismos”, relata Mills, que trabaja en la región de Los Ángeles, la meca del tatuaje en Estados Unidos.

“Y algunos se los sacan porque hay muchos patrones que no emplean a alguien que tenga un tatuaje visible”, agrega.

“Jóven y estúpida”

Según una encuesta de la firma Harris del año pasado, casi una cuarta parte de las personas que se tatúan terminan arrepintiéndose, comparado con 14% en 2012.

Las principales razones por querer deshacerse de estos emblemas corporales, según el sondeo, son cambios en la vida personal o profesional, el fin de una relación, que el tatuaje esté mal hecho o, como lo explicó una mujer a la AFP, el ya no “ser joven y estúpida”.

“Me lo hice cuando tenía 24 años”, cuenta Gill Crenshaw en la clínica del doctor Tattoff en Beverly Hills, mientras espera que le borren dos tatuajes del brazo.

“A esa edad no piensas en el resto de tu vida”, dice. Con los años, esta actriz de 43 años se dio cuenta que “odiaba” esos tatuajes, explica.

Janica Polmanteer, una agente inmobiliaria de 33 años, se hizo un tatuaje tribal en la espalda el día que cumplió 18.

“Lo hice porque podía, y porque tenía 18”, relata. Pero “hace años que lo escondo”, lamenta. Hacerse el tatuaje le salió 150 dólares… borrarlo 1.400.

Un largo tratamiento

“Tenemos pacientes de 16 a 70 años, pero la principal franja etaria es de 25 a 40 años”, cuenta Corey Ordoyne, directora de operaciones clínicas en las cuatro clínicas del doctor Tatoff en Los Ángeles.

Señala que las mejoras en la tecnología y tratamientos de láser ha contribuido al aumento de personas que buscan borrarse tatuajes.

En el tratamiento, primero se suele adormecer la piel con una crema anestésica y luego aplicar láser para romper el color del pigmento con un rayo de alta intensidad que hace que la piel absorba la tinta.

Gill Creshaw se dobla de dolor durante los pocos minutos que dura su sesión de tratamiento con láser.

Después de la irradiación le aplican una crema de aloe vera sobre las pequeñas ampollas que se formaron y le envuelven el brazo en gaza y lo enfrían.

“Quema, pero de noche ya será como si nunca hubiera ocurrido”, asegura y se alegra de poder contar con una piel lisa en diciembre, tres años después de haber iniciado el tratamiento.

El tiempo que lleva borrar un tatuaje depende de su tamaño y va desde unos meses a varios años.

«La nueva moda de los tatuajes tailandeses»:http://publimetro.pe/vida-estilo/noticia-nueva-moda-tatuajes-tailandeses-34540

La cara de la infidelidad

Teddy-Joe Hayes, de 37 años, no puede esperar para borrarse el tatuaje de la cara de su exesposa, ya tiene agendada una cita para comenzar el tratamiento.

“Llevábamos 10 años juntos y para su cumpleaños – hace casi un año – me tatué su retrato en mi brazo, como una muestra de mi compromiso con nuestra familia”, relata Hayes, él mismo tatuador.

Dos meses más tarde descubrió que su esposa le era infiel.

¿Qué le aconseja a sus clientes?

“De no tratarse de un hijo, su madre o un amigo cercano, no se tatúe la cara o el nombre de alguien”.

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