Depilarse el vello púbico es una práctica generalizada entre hombres y mujeres por motivos de higiene, ¿pero qué tan saludable puede ser?
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Arranquemos con lo más básico. Los expertos afirman que el vello púbico sirve para transmitir el mensaje de que una persona está preparada para aparearse. Su función es actuar como protección y evitar la fricción durante las relaciones sexuales.
El beneficio de depilarse el vello púbico es que disminuye la incidencia de ladillas; sin embargo, debido al grosor de los pelos púbicos, la piel de la zona depilada queda maltratada.
Según ASAP Science, un 75% de los que se depilan el pubis experimenta picores en los genitales tras la depilación, mientras que a un 40% se les irrita esa zona.
Otro problema de depilarse son los pelos enquistados, que se manifiestan en forma bultos rojos e inflamados, susceptibles a una infección.
Finalmente, algunos métodos de depilación, como la cera, pueden provocar dermoabrasiones microscópicas que aumentan el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual. Por si esto fuera poco, la depilación está directamente relacionada con la gonorrea, la clamidia y el virus del papiloma humano.