El 30 % de las personas muestra problemas de sueño y apenas el 10 % busca ayuda médica, debido a que la mayoría se automedica o lo deja pasar pensando, erróneamente, que es algo normal y no tiene consecuencias, pese a que existe una gran cantidad de problemas de salud asociados al insomnio, advirtió David Lira, neurólogo y director del Instituto Peruano de Neurociencias.
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‘Los trastornos de sueño son escasamente reconocidos en nuestro país y si bien no existen estadísticas sobre el problema en el Perú, las cifras mundiales hablan de un aumento. Lamentablemente, pese al impacto que tienen sobre el rendimiento académico, laboral y la salud, la población no le brinda la debida importancia’, sostuvo.
A pocos días de celebrarse el Día Mundial del Sueño , el viernes 18 de marzo, Lira lanzó una llamada de alerta sobre los peligros que existen alrededor del insomnio.
En cuanto al origen de este problema, dijo que se trata de una patología de la sociedad moderna, que en la actualidad tiene una estrecha relación con el uso prolongado de dispositivos electrónicos.
‘Las sociedades que no contaban con electricidad y, por lo tanto, no podían prolongar el día, más que con velas, antorchas o lámparas, no padecían problemas de insomnio. No tenían cómo distraerse, más allá de las horas en las que había luz solar. Al inventarse la electricidad empiezan a surgir dificultades de insomnio’, rememoró.
Jóvenes en peligro
En los países en los que se ha medido la relación entre el uso de dispositivos electrónicos y la falta de sueño se ha determinado que los que los usan antes de dormir tienen mayores dificultades para conciliar el sueño .
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Lira comentó que este problema se está presentando cada vez más entre los jóvenes, debido a la permisibidad de los padres con respecto al empleo de tabletas y celulares hasta altas horas de la noche.
‘Presentan un sueño fraccionado básicamente por ansiedad. Como están conectados toda la noche no duermen de forma profunda. Están a la expectativa de que les contesten los mensajes. Su sueño es supericial. Están pendientes de cualquier ruido para levantarse a contestar. Eso impacta en su desempeño académico’, detalló.
Dijo que si a este cuadro se suma que los niños y jóvenes son cada vez más sedentarios, el peligro resulta mayor porque crecen las posibilidades de tener sobrepeso y obesidad, y de allí hay un paso a enfermedades crónicas, como la diabetes, la hipertensión, a muy temprana edad.
¿Cuánto es lo ideal?
De acuerdo con la Asociación Mundial de la Medicina del Sueño (WASM por sus siglas en inglés), los adultos deberían dormir 8 a 9 horas; mientras que un niño en edad escolar, de 10 a 11 horas.
Para que un sueño sea reparador y significativo en la calidad de vida de las personas debe ser profundo; es decir, no interrumpido durante la noche.
Al respecto, Lira señala que ante la falta de sueño se debe buscar ayuda profesional, a fin de descubrir el origen de este problema, porque también existen otras causas que pueden ocasionarlo.
‘Se puede deber a un problema emocional, asociado a una depresión, al uso de medicamentos, a una enfermedad crónica, a la alteración de la sangre o a una alteración cerebral. Para saber la causa hay que efectuar una evaluación completa. Las pastillas para dormir solo deben ser recetadas por un médico especialista, porque pueden generar dependencia’, advirtió.
Recomendaciones para dormir bien
Disponer de un horario regular para dormir. El cerebro busca rutinas.
Evitar las siestas.
No ingerir alcohol 4 horas antes de acostarse. No consumir tampoco café, té o gaseosas.
Cenar 4 horas antes de meterse a la cama.
Hacer ejercicios en la mañana o en la tarde.
Tener un dormitorio cómodo y ventilado, de preferencia muy oscuro.
Evitar hacer tareas o trabajos en la cama. El cuerpo debe recordar que la cama es solo para dormir.
No a los televisores en la habitación.