Nunca faltan los libros que recomiendan el sexo diario para la felicidad de la pareja, ¿pero acaso no existe una cifra concreta que inhibe la felicidad que proporciona el sexo?
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Un estudio publicado en Social Psychological and Personality Science señala que la felicidad personal y de pareja se estabiliza cuando se practica sexo una vez a la semana. Amy Muise, autora del estudio e investigadora sexual de la Universidad de Toronto Mississauga, recuerda a las parejas que no deben sentir presión por “un número concreto” de actos sexuales.
“Por lo general, es importante conservar algún tipo de relación sexual con tu pareja, pero también es importante ser consciente de las expectativas realistas de la vida sexual de cada uno, ya que muchas parejas están ocupadas con el trabajo u otras responsabilidades”, dijo Muise al portal The Huffington Post. “Según los resultados de nuestro estudio, practicar sexo regularmente proporciona felicidad, pero no es necesario que las parejas busquen practicarlo con la mayor frecuencia posible”.
El especialista llevó a cabo tres estudios para comprobar si las parejas más felices también eran las que mantenían sexo más a menudo. Un primer estudio, en el que participaron más de 25.000 personas durante 23 años, reveló que sí existe la relación entre cantidad de sexo y felicidad, pero sólo si se practica sexo una vez a la semana.
En el segundo estudio, Muise encuestó a 335 participantes de distintas etnias y corroboró los mismos resultados del primer estudio.
Finalmente el tercer estudio, que está basado en una encuesta realizada a 24.000 matrimonios durante 14 años, volvió a comprobar los mismos resultados de los estudios anteriores, teniendo como norma una relación sexual por semana.
Muise reconoce que no se ha investigado si las parejas están conformes con dicha norma, pero sí explica que las parejas intuyen que más sexo por semana podría suponer menos felicidad.
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Un estudio en 2015 reunió a 128 parejas para separarlas en dos grupos. Los investigadores pidieron a los integrantes de un grupo que multiplicaran por dos los encuentros sexuales y a los del otro que mantuvieran el mismo ritmo. Se concluyó que la parejas que tuvieron más sexo fueron menos felices y el disfrute del sexo disminuyó.
La felicidad mediante el sexo, por lo tanto, depende del ritmo natural de cada pareja. Establecer una cifra exacta puede generar estrés para quienes lidian con responsabilidades, como el trabajo y los hijos.
“Las personas deben ser capaces de mantener relaciones sexuales con la suficiente frecuencia como para llevar al máximo a su felicidad, pero sin buscar practicar la mayor cantidad de sexo posible”, sentencia Muise.
