Los clásicos de la comida peruana se visten de gala en la carta del restaurante Panchita en Miraflores (calle Dos de Mayo 298). Aquí, los anticuchos, los lomos saltados y hasta el caucau tienen un toque de alta cocina, un factor que ha hecho de este local el preferido de muchos.
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El restaurante pertenece a la corporación del chef Gastón Acurio y ya es reconocido como uno de los mejores lugares de Lima para disfrutar de la culinaria peruana.
Pero la comida no lo es todo en este lugar. El servicio que ofrece (un factor que cada vez más comensales toman en cuenta) también merece un reconocimiento especial.
En los recientes premios Summum, cuya gala se realizó el pasado 6 de noviembre en el Museo de Arte Contemporáneo de Barranco (MAC), los mejores mozos de Lima fueron galardonados por su calidad en la atención.
En la competencia de este año participaron más de 450 mozos, que fueron evaluados en más de 15.500 encuestas a través de una aplicación desarrollada por VisaNet.
Eso permitió a los clientes de cada restaurante evaluar el servicio que recibieron, presionando un botón, del 1 al 9, en los POS. Los grandes ganadores en la ceremonia de Summum fueron dos mozos de Panchita: Jorge Príncipe y Rubén Javier. Ellos se llevaron el primer y segundo puesto, respectivamente, en la categoría Mejores Mozos.
Pero no fueron los únicos. Entre los 24 premiados en este rubro figuran otros cuatro mozos que también trabajan en este restaurante: Jimmy Gómez (6º), Alex Cavero (8º), Pepe Hoyos (11º) y Ernesto Juro (16º).
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‘Siempre me enfoco pensando en que yo estoy sentado en la mesa. Quiero que me atiendan como yo quiero. Soy exigente con la comida y el servicio. Por eso, espero siempre lo mejor y eso es lo que ofrezco’, le cuenta Príncipe a Publimetro.
A sus 45 años, tiene ya dos décadas de experiencia en servicio en restaurantes. Lleva cuatro años en Panchita y trabajó antes, por cinco años, en el Astrid & Gastón de Caracas, en Venezuela.
¿Y el cliente siempre tiene la razón? ‘Eso es relativo’, responde. ‘Uno hace todo lo posible, pero si ofrecemos un plato y el cliente no quiere que le pongan sal, ají o, qué sé yo, orégano, ya no es el mismo plato. Siempre queremos que el cliente tenga la mejor experiencia y cumplir sus expectativas, pero no significa que siempre tenga la razón’, dice.
Un buen mozo tiene que ser capaz de resolver todas las preguntas que sus clientes tengan acerca de los platos. Por ello, Príncipe destaca la buena relación entre los equipos de cocina y el servicio de Panchita.
Al respecto, el maître (jefe de comedor y encargado de dirigir a los camareros) de este restaurante, Alfredo Carrera, indica que este reconocimiento se debe al trabajo en equipo. ‘Somos como una familia y eso es lo que hace que el cliente se sienta mejor atendido’, afirma.
En Panchita, todos empiezan desde abajo. La capacitación es constante y es posible hacer una línea de carrera. ‘Trabajar feliz pensando en un mejor futuro es la mayor motivación’, señala Carrera.