El consumo excesivo de carnes es potencialmente cancerígeno, advirtió este lunes la agencia contra el cáncer de la OMS en un informe de alto impacto para consumidores y productores cárnicos en todo el mundo.
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La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) dependiente de la Organización Mundial de la Salud, colocó al consumo excesivo de carnes transformadas como embutidos o fiambres en el Grupo 1 de riesgo de contraer cáncer, principalmente colorrectal.
Por su parte, el consumo excesivo de carnes rojas en general —incluyendo vacuna, porcina y ovina—, fue integrado al Grupo 2, como “probablemente cancerígenas” por el informe, abundante en indefiniciones a falta de datos concluyentes.
“Los resultados confirman las recomendaciones de salud pública actuales que llaman a limitar el consumo de carne”, acotó Christopher Wild, director de la IARC.
El instituto norteamericano de la carne (NAMI) fustigó el informe de la OMS por considerar que constituye un “desafío al sentido común” y a los estudios tendientes a demostrar que “el cáncer es una enfermedad compleja que no es causada por simples alimentos”. Los autores del informe, acusa la NAMI, “trituraron los datos para llegar a un resultado”.
Literatura científica El organismo de la OMS asegura que basa sus conclusiones en la “literatura científica acumulada” y examinada por “un grupo de trabajo de 22 expertos de 10 países”.
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Los expertos concluyen que cada porción de 50 gramos de carne transformada consumida cotidianamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%. Y cada porción diaria de 100 gramos de carne roja aumentaría el riesgo en un 17% “si la causalidad de las asociaciones entre consumo de carnes rojas y cáncer colorrectal quedase demostrada”.
Por otro lado, el grupo de trabajo de la IARC admitió “carecer de datos suficientes como para determinar si la manera en que se cocina la carne afecta el riesgo de cáncer”.