Una reciente investigación llevada a cabo por la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), dio a conocer que la “adicción” al porno que tanto debate ha generado, puede no ser una adicción.
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Algunos psicólogos sostienen que la pornografía fomenta las relaciones de violencia y algunos daños sexuales, otros, que puede ser una actividad saludable para la vida sexual.
Sin embargo, esta nueva investigación sostiene que hay una cosa que el porno no puede provocar y esta es, una adicción.
El estudio neurocientífico de la UCLA encontró que cuando a las personas se les muestran imágenes eróticas, las relaciones normales de adicción del cerebro se invierten.
En el cerebro, la adicción a la pornografía es contraria a las adicciones como a la de la cocaína o los cigarrillos, por lo tanto, no es una adicción de este tipo.
Por lo general, los adictos muestran un aumento de las reacciones cerebrales al objeto de la adicción. Sin embargo, los nuevos hallazgos, publicados esta semana en la revista Biological Psychology, mostraron que las personas que veían mucha pornografía habían disminuido sus reacciones del cerebro al ver este contenido.