¿Hay una causa única para esta extraña adicción de reventar las burbujas de plástico? Pues no se trata de una causa única, sino de un conjunto de factores.
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1. Uno de ellos es la inmediatez. La persona tiene un goce psicológico cuando la distancia entre acción y reacción es corta. O sea, el cerebro siente una recompensa mayor cuánto más inmediata es la respuesta. En ese sentido, uno siente tanto placer al reventar una burbuja de plástico porque recibe el sonido de explosión de inmediato.
2. Otro de ellos es el principio de satisfacción. Este se basa en que el cerebro está buscando repetir todo estímulo satisfactorio, es decir, toda acción que ha resultado tal como uno lo había planeado. Así, si a uno le generó satisfacción reventar una burbuja, querrá volverlo a hacer.
3. El nivel de dificultad. Con esto nos referimos a que la energía, el tiempo y la fuerza que la persona utiliza para hacer explotar la burbuja es tan poca que permite que uno pueda seguir con la acción por largo tiempo.