Vida y Estilo

Peyote, el cactus “de los dioses”

Viento en la cara en paseo muy especial. Este grupo de amigos decidió emprender un viaje que requiere atravesar empinadas montañas y áridas planicies.

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Varias horas en auto primero y luego a pie para llegar aquí, al desierto de Wirikuta. La vista se pierde en un paisaje impactante. Entre las espinas, buscan una planta muy particular: el peyote, un cactus con poderes alucinógenos.

“Es algo muy místico, viene de hace muchísimos años. La gente aquí lo utilizaba como un viaje con sus dioses’, señala la turista argentina Giselle Beker.

Desde hace siglos, los indios wichols peregrinan hacia esta llanura donde según ellos, se creó el mundo. El peyote, planta sagrada en su mitología, les permite entrar en contacto con Tatewari, dios del fuego, y Tayaupa, dios del sol.

Los turistas esperan de él una experiencia más personal.

“Yo creo que es un viaje ¿no? un viaje interno. En algún momento que ya me lo termine, yo creo que sí voy a pensar más y me voy a ir, y me voy a ir, y…’, señala la turista mexicana Eliana Montes.

Un ‘viaje’ místico que José Luis conoce bien. En la región lo llaman ‘el señor del desierto’. Ha vivido toda su vida aquí. A veces, cuenta, la reacción al cactus puede ser violenta, con alucinaciones muy fuertes. O se puede entrar en un estado de trance que dure más de lo normal.

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“Si uno hace un mal, la misma planta puede castigarlo. Tratarlo mal. Esas personas son las que a veces yo tengo que ayudar, los busco, los cuido. Porque de hecho si los dejo solos, pues se pierden, aunque no se han muerto’, señala José Luis Bustos, habitante del desierto

La región es famosa en el mundo por su peyote, pese a que está prohibido cosecharlo. Pero el alcalde de Real de Catorce quisiera que la imagen de su comunidad cambiara.

‘Sí tenemos este señalamiento y quisiéramos decir al mundo que Real de Catorce no es el peyote, que es su pueblo, su historia, su origen, su fundación de ser un pueblo minero, de allí viene su grandeza, su fortuna, su gran infraestructura’, señala Héctor Moreno, alcalde de Real de Catorce.

Pero en el desierto de Wirikuta el peyote seguirá siendo abundante. Y con él, los turistas del mundo entero en búsqueda de aventuras místicas.

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