Primero, hay que conseguir los siguientes ingredientes:
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– 4 ajíes amarillos – 1/4 cebolla pequeña – 6 galletas de soda – Un diente de ajo pequeño – 400 gr. de queso fresco – ½ taza de leche evaporada – ½ de sal – Aceite – Una cucharadita de pimienta blanca
Luego de haber conseguido los ingredientes antes mencionados, hay que limpiar con cuidado los ajíes. Este paso se realiza con el objetivo de quitarle, al ají, las venas y las pepas. Esto procedimiento se realiza con la finalidad de que el ají no pique demasiado a la hora de ser mezclado.
Después de haber realizado esto, hay que pelar tanto la cebolla, así como el ajo. La idea es que la cáscara de ambos no le reste sabor a la salsa (producto final). Más adelante, hay que introducir dentro de una licuadora, tanto los ajíes, así como la cebolla y el ajo. Además, estos tres ingredientes deben ser mezclados con un poco de aceite.
Una vez que ya se combinaron estos ingredientes, hay que ir colocando, de a pocos, la leche evaporada. Por último, hay que introducir las galletas de soda dentro de la misma mezcla. Licuar en un punto medio hasta que obtenga la consistencia deseada.
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Finalmente, hay que medir al gusto, tanto la sal, así como la pimienta blanca. Listo.