Hacía un mes que lo esperaban. Youlia y Dmitri tuvieron que huir de la guerra en el este de Ucrania, pero desde hace un mes los combates han cesado relativamente, lo que les ha permitido casarse, al fin.
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‘Decidimos que la guerra no debía ser un obstáculo para construir una nueva vida. Quererse y vivir. La guerra no es el final, terminará tarde o temprano. Esperamos que la guerra termine ya y que todo vaya bien’, cuenta Dimitri Kolobov.
El problema: la joven pareja no sabe si su boda es legal en Ucrania ya que, desde la autoproclamación de la República Popular de Donetsk, Kiev ya no controla las administraciones de la región.
Y según la directora del registro civil, desde diciembre, todos los documentos que envía a Donetsk son declarados ilegítimos por el estado ucraniano.
“Actualmente atravesamos un periodo de transición en la República Popular de Donetsk. Estamos preparando nuestra legislación, los proyectos de ley y el Código de Familia, así como las normas del registro de las actas del estado civil. Hasta que todas las leyes no sean adoptadas y puestas en marcha sobre el territorio de la República de Donetsk, aplicaremos la legislación ucraniana”, cuenta Tatiana Allahverdieva, directora de la oficina del registro civil.
Por ello, algunos prefieren esperar.
Alla y su prometido Maxime han pospuesto su proyecto de boda, a la espera de poder oficializar su amor, ya que hace falta sobrevivir:
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‘La guerra está en marcha y los precios han aumentado. Es muy difícil contar con medios financieros. No sabes lo que vas a tener mañana, si vas a tener trabajo, y no quería gastarme mis últimos ahorros’, señala Alla Syrovatskaia.
En algunos barrios de Donetsk, el número de matrimonios ha caído hasta la mitad respecto al año pasado.
Para registrar nacimientos o defunciones, los ciudadanos se encuentran ante los mismos obstáculos ya que es todo el estado civil está en suspenso en esta región separatista, cuyo futuro mismo es incierto.