En el norte de Europa las temperaturas no acompañan para darse un chapuzón y celebrar el año nuevo.
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Pero eso no parece importar a cientos de personas que han convertido en tradición comenzar el año con un chapuzón.
Así disfrutaban este jueves en La Haya.
“Estamos aquí para tener un refrescante año nuevo. Hacer buenos propósitos y cumplirlos desde el principio’, cuenta un bañista.
Mientras, sus vecinos alemanes hacían lo propio, aunque en aguas mucho más frías.
Y en Francia la bienvenida al año se convirtió en toda una fiesta, que terminó en el agua.
Aunque para soportar las temperaturas, lo mejor es terminar con un tazón de chocolate caliente.