En estos días que nos obsesionamos con lucir nuestra mejor versión para el verano, deberíamos tener en cuenta el estudio aparecido en la revista PNAS sobre el descubrimiento de un nuevo factor que afecta nuestro peso.
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Según informa el diario ABC, la revista indica que “el impacto de una variante genética de un gen ligado con el riesgo de obesidad, FTO, depende en gran medida de año de nacimiento”.
El año clave sería 1942. Los nacidos antes de ese año no mostraban relación alguna entre la variante genética del gen FTO y la obesidad, lo que sí se presentaba para los nacidos en los años posteriores.
“La correlación entre la variante genética asociada a la obesidad más conocida y el índice de masa corporal aumentaba significativamente a medida que el año de nacimiento de los participantes era mayor”, explica James Rosenquist Niels, del Hospital General de Massachusetts (EE.UU.) y autor del informe.
El diario añade: “Y aunque este trabajo no ha sido capaz de identificar las diferencias ambientales que se combinaron con la variante del gen FTO para aumentar el riesgo de obesidad, los autores creen que algunos factores relacionados con la II Guerra Mundial, como el aumento de la dependencia de la tecnología en el lugar de trabajo físico y la disponibilidad de dietas altas en calorías procedentes de alimentos procesados son probables contribuyentes”.