Un hombre, identificado con el nombre de Travis, saltó sin paracaídas desde un avión a 9.000 pies de altura para caer sobre un inmenso trampolín. Solo utilizó un GPS para ubicar el punto de aterrizaje y perfilar su trayectoria para atravesar un hueco de 3 × 5 metros en el techo de un hangar.
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Las imágenes, que se han vuelto viral en YouTube, fueron materia de discusión en redes sociales, donde se discute la veracidad del mismo. De acuerdo con el Daily Mail, la arriesgada prueba es en realidad una publicidad para promocionar una marca de trampolines en Estados Unidos.
Hay dos cosas que hacen del truco poco creíble: la cama elástica reforzada que absorbió el impacto y el ‘revolucionario’ sistema de geolocalización que Travis viste en su cinturón. También llama la atención que la voz del paracaidista no parece afectada por la fuerza de gravedad.