Con su elegancia silenciosa, la bicicleta se abre camino entre los símbolos de estatus del siglo XXI.
PUBLICIDAD
Pedalear en París o en cualquier otra ciudad del mundo se ha convertido en un fenómeno de moda.
Por ello, la casa de lujo Hermès lanzó hace 8 meses la bicicleta ‘Flaneur’.
De aspecto clásico, pero dotada de un cuadro en fibra de carbono, ocho velocidades y una cadena silenciosa que no ensucia, se puede comprar por unos 10.800 dólares.
Todo un éxito, y es que el lujo no sabe de crisis.
En Tokio, una bicicleta de alta gama puede llegar a costar algo más de 20.000 dólares.
Aquí, un fabricante de yates crea bicicletas en madera de caoba que vende a clientes japoneses y extranjeros.
Para hacer esta pequeña joya han sido necesarios tres meses de trabajo en cada pieza.