El doctor Philip M. Tierno, director de microbiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, recomienda lavar la ropa interior femenina recién comprada antes de usarla, debido a los gérmenes que la prenda acoge desde el momento de la confección hasta su puesta en venta en las tiendas.
PUBLICIDAD
Además de las bacterías transmitidas por las miles de manos que tocan la prenda, los estudios realizados por Tierno, según informa Refinery 29, han detectado productos químicos e, incluso, restos menstruales en la ropa interior sin estrenar. A pesar que una política de las tiendas sea no probarse la ropa interior, nada impide que irresponsables clientes hagan esta mala costumbre.
‘Los gérmenes pueden vivir en la ropa desde semanas hasta meses incluso’, explica Tierno. ‘La mayoría de las personas no son conscientes de esto porque ven la ropa nueva y perfectamente colocada en el estante. Sin embargo, mucha gente se la prueba. Así entra en contacto con ciertas partes de su cuerpo que pueden tener agentes patógenos que después se transmitirán’.
Por su parte, los productos químicos utilizados en el proceso de fabricación también son un riesgo para el usuario. El algodón, por ejemplo, se pulveriza con pesticidas en el campo y se mezcla posteriormente con fibras sintéticas como nylon o el poliester, elementos que de por sí requieres de químicos para su elaboración. A esta mezcla se suma los colorantes y los fungicidas, químico utilizado para evitar el crecimiento de hongos durante el transporte del producto final a la tienda.
La solución es sencilla: basta con lavar la prenda íntima para eliminar todos los restos de fabricación y bacterias.
