Los memes son la risa de muchos, pero el pesar de otros, como ocurrió con esta adolescente cuyo rostro ahora es popular en todo el mundo.
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Kiesha Johnson demandó por 500 millones de dólares a Instagram por el uso indebido de una foto en la que su cara parece estar confundida; la cual se hizo viral en memes no tan halagadores hacia su persona.
La chica de 16 años, originaria de Alabama, Estados Unidos, comentó a diversos medios que “mi cara se veía fea como si estuviera a punto de vomitar… Yo no veo nada así en la vida real”.
A pesar de que la demanda ya está interpuesta, analistas comentan que no procederá debido a que en sus políticas de privacidad, la plataforma propiedad de Facebook indica que los “usuarios son responsables de lo que comparten” en Instagram. Tomando como base lo anterior, en todo caso Johnson debería llevar a la corte a sus amigos, quienes fueron los que tomaron la foto y la compartieron.