Por: José Barreto
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Gracias a los avances tecnológicos, hoy en día podemos comunicarnos fácilmente con el resto del mundo solo por poseer una conexión a Internet en alguna computadora o dispositivo móvil.
Si bien los beneficios de la era digital son incontables, también son muchos los efectos secundarios que implica el hecho de pasarse horas frente a una pantalla -y no solo nos referimos a la televisión, sino principalmente a los smartphones, tabletas y laptops-, sobre todo para los más chicos de la casa.
Y es que, según un reciente estudio realizado por la Academia Americana de Pediatría (AAP), los niños de 8 a 10 años pasan hasta ocho horas diarias ante algún tipo de pantalla. En el caso de los preadolescentes y adolescentes, la cifra se eleva hasta algo más de once horas.
¿Cómo hacer entonces que nuestros hijos no pasen más tiempo del necesario delante de una pantalla? Manuel Rodríguez, director de la Carrera de Educación y Gestión del Aprendizaje de la UPC, nos da algunas recomendaciones.
1 Enseñar con el ejemplo. Los padres no deben estar todo el día absorbidos por los gadgets o la televisión. Ellos son los primeros referentes de sus hijos, quienes en los primeros años tienden a actuar por imitación. Al llegar a casa, en la medida de lo posible, deben ‘desconectarse’ y no revisar constantemente sus correos desde el celular o la tableta.
2 Haz que tus hijos dediquen a las pantallas el mismo tiempo que a la lectura. El tiempo de ocio de los niños hoy en día está acaparado casi por completo por las pantallas. Es por ello que es muy recomendable que inviertan su tiempo en otras actividades que promuevan su desarrollo intelectual.
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3 Un solo televisor basta. Sobre todo cuando se tiene hijos muy pequeños, no acostumbrarlos a tener televisor en sus cuartos. Es un error. El niño no debe pasar más de una hora diaria frente a la TV, no porque mirarla sea malo, sino por lo que deja de hacer en ese tiempo, como jugar en el parque, leer, dialogar con otras personas, entre otras múltiples y divertidas actividades necesarias para su desarrollo integral.
4 Condicionar su uso. Tabletas, laptops y smartphones son un excelente medio para el aprendizaje, el ocio y para despertar la creatividad en el niño, pero el tiempo de uso debe estar condicionado al cumplimiento de sus obligaciones en el colegio y la casa.
5 Establecer rutinas. Los niños deben tener una rutina clara de lunes a viernes y otra para los fines de semana, con actividades que involucren a toda la familia y estimulen el diálogo.
6 Supervísalos tú mismo. Es obligación de los padres saber qué hacen sus hijos, qué páginas visitan o de qué juegos participan en Internet. No delegar esta responsabilidad a ningún otro miembro de la familia. Menos aún a una niñera.
7 Protégelos. Es recomendable activar el bloqueo de contenido para adultos o violentos en cada dispositivo del hogar con acceso a Internet.
CONSECUENCIAS La sobreexposición de los niños a las pantallas ha sido relacionada por varios estudios a diversos males. • Sociales. Los niños dependientes de las pantallas pueden resultar introvertidos y con pocas habilidades de socialización. Los niveles de autorregulación -relacionados directamente con el aprendizaje y el rendimiento escolar- se ven dañados. • Cognitivos. La estimulación sensorial del sistema vestibular, que regula el equilibrio, se atrofia. • En la salud. Puede desordenar las horas de sueño y decantar en obesidad por falta de ejercicios.