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1. Con tu suegro: Los padres son un poco celosos con sus hijas, por lo que tendrás que ganarte su confianza. Piensa en temas que puedan tener en común y conversa con él de esos intereses, demuéstrale que eres un tipo inteligente.
2. Con tu suegra: Hazle creer que eres un príncipe azul, el galán más educado y atento del planeta. Trátala como si fuera una reina, y su hija, tu princesa. Los pequeños detalles marcarán la diferencia, y los regalos nunca estarán de más.
3. Con tu novia: Es importante que, pese a lo anterior, sigas manteniéndote como su brazo derecho y confidente. Sus padres no son tus novios, por lo que tampoco debes verte desesperado por agradarles, ni ser demasiado adulador.
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4. Mantén tu lugar: En caso de presenciar un conflicto familiar, debes quedar al margen, no te entrometas en líos familiares porque no son tu problema. Aun así, es importante que tu novia sienta que la estás apoyando, aunque sea en privado y no delante de sus padres.
5. Sé educado: Si la comida no te gusta, resalta las bondades de la bebida, o de la decoración de la casa. Mantén los buenos modales en todo momento, y utiliza un lenguaje correcto al expresarte para hablar. Recuerda que no estás con tus ‘patas’.
6. Aprende a quedarte en silencio: Eres nuevo en la familia, casi un intruso, por lo que debes saber cuándo mantenerte callado y dejar que ellos dirijan el rumbo de sus conversaciones. Así, se sentirán más cómodos con tu presencia.
7. Tampoco enmudezcas: No les caerás del todo bien si te mantienes completamente callado. Convérsales un poco, ríete de sus malos chistes, muéstrales un infinito interés por sus anécdotas y concuerda con ellos cuando tengan la razón.
8. No pelees con tu novia frente a ellos: Sus conflictos como pareja deben mantenerse a puerta cerrada. Ni se te ocurra ventilarlos delante de sus padres, o discutir con tu novia por alguna tontería cuando ellos estén presentes. Podría jugarte en contra.
9. No te modifiques: Pese a todo lo anterior, es importante que mantengas tu personalidad. No debes modificarte para agradarle a alguien más, pero sí puedes buscar puntos en común para que el primer encuentro sea más amable. Las primeras impresiones son importantes.
