Joanne Milne sufre del síndrome de Usher, enfermedad que es la principal causa de sordoceguera congénita por herencia genética. Durante 40 años, Milne no ha tenido la oportunidad de escuchar el mundo que la rodea hasta que médicos del hospital Queen Elisabeth de Birmingham decidieron poner fin a la situación.
Sorda de nacimiento, Milne pudo finalmente escuchar su propia voz gracias a implantes cocleares. Los médicos grabaron el ‘milagro’ y compartieron las imágenes en YouTube, alcanzado el millón y medio de reproducciones.