Debido a la diferencia horaria con el Perú, que supera las 14 horas, los compatriotas viven una experiencia muy distinta en términos culturales y climáticos del país que los acoge en esta circunstancia muy especial.
PUBLICIDAD
En Australia, por ejemplo, donde ya son más de las dos de la madrugada, la Navidad tiene la peculiaridad de que se celebra durante su verano en el que se registra un intenso calor.
En los balnearios, después del tradicional intercambio de regalos, muchas familias cenan en la playa y las casas se decoran con hojas de palmera, helechos y flores especiales. Una de éstas, la llamada ‘campana de Navidad’, es una campanilla con el borde amarillo. Muchas veces se utilizan las palmeras como árboles de Navidad.
Las personas que profesan la religión cristiana acuden a los servicios religiosos por la tarde en familia.
Según el último censo realizado en Australia, hay cerca de 9,000 peruanos viviendo en ese país, de los cuales el 57% son mujeres y el 43% son hombres. La mayoría reside en las ciudades de New South Wales, Victoria, Melbourne y Queensland.
En Nueva Zelanda, donde viven cerca de 1,000 compatriotas, distribuidos en las ciudades de Auckland y la capital Wellington, la celebración navideña es muy similar a la australiana.
PUBLICIDAD
Sin embargo, dado que su geografía es más variada al contar con zonas montañosas, se puede apreciar pinos y otras especies decoradas con artículos alusivos a esta festividad de alcance universal.
Japón
A diferencia de Australia, en Japón la Navidad acontece en invierno como en la mayoría de países del hemisferio norte, por lo que la población debe abrigarse mucho ante las bajas temperaturas y nieve que se registran en las ciudades del país del Sol Naciente.
Aunque es un país con minoría cristiana, la población adquirió desde hace unas décadas la costumbre occidental de compartir pollo frito en la cena de esta fecha especial.
Los peruanos que viven en Japón son más de 30,000 y se ubican principalmente en las ciudades de Tokio, Okinawa y Kyoto.
Corea del Sur
Al igual que en Japón, donde es poco más de la medianoche, en Corea del Sur la población también celebra la Nochebuena con mucho frío y nieve, ambiente propio de la tradición nórdica del nacimiento de Jesús.
En ese país asiático viven alrededor de 3,000 peruanos distribuidos en ciudades como Seúl (capital) y DonduCheong, ciudad industrial donde trabajan también inmigrantes de otros países latinoamericanos y del mundo.
En cada uno de estos países lejanos, los peruanos han trasladado la costumbre de compartir una cena donde el pavo o pollo, el panetón y el chocolate son los protagonistas, además del infaltable intercambio de regalos. Algunos incluso se dan tiempo de preparar potajes peruanos que acompañan una celebración que los une en familia y amigos a miles de kilómetros de su nación de origen.
Las tecnologías de la información y comunicación, como las redes sociales, facilitan el contacto en tiempo real con los seres queridos que se encuentran a miles de kilómetros. Saludos emotivos, recuerdos imborrables y los mejores deseos de dicha y prosperidad se envían de un lado a otro del monitor de la computadora, tablet, celular o de la línea telefónica.
Conforme avanza el reloj, muchas otras comunidades peruanas en otros países del mundo se irán sumando a la tradicional celebración cristiana de la natividad de Jesús.