¿Te has preguntado alguna vez si existen categorías de mamás y, si es así, con cuál te sientes más identificada? ¿Eres tradicional, sobreprotectora, ejecutiva?
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‘Es difícil establecer tipos de mamás. La maternidad va más allá de una clasificación cerrada. Sin embargo, es cierto que en las mamás suele predominar alguna característica en la manera de comportarse’, explica a Publimetro Silvia Ochoa, psicóloga y terapeuta familiar.
Para Ochoa, los rasgos de las mamás no deben verse como defectos, sino aprovecharse para destacar sus virtudes y reflexionar sobre sus debilidades.
Con la ayuda de Ochoa, te presentamos cinco perfiles típicos de madre, todas con su lado positivo y negativo.
1. Tradicional La mamá dedicada solo al cuidado de los hijos tiene como principal virtud la capacidad de preverlo todo, escucharlos y tejer un núcleo familiar muy unido. ‘Por ello, da seguridad al niño’, dice Ochoa.
Es una mamá dedicada a sus hijos, lo que puede convertirse en un tipo de reproche.
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‘Estas mamás postergaron posibilidades de desarrollo para ellas mismas para solamente abocarse al cuidado de sus hijos’, comenta la terapeuta.
Estas mamás también suelen tener dificultades para despegarse de sus hijos. ‘Hay que dejarles aire para que puedan crecer y valerse por sí mismos en un futuro’.
2. Sobreprotectora ‘Son mamás muy atentas y que alejan los peligros de sus hijos, dos características que ciertamente le dan seguridad al niño’, dice Ochoa.
Sin embargo, una excesiva protección puede desembocar a la larga en problemas de autoestima en el pequeño.
‘Que su mamá le haga siempre de filtro impide que el niño desarrolle sus propias capacidades y hará que dude de las habilidades que tiene para superar obstáculos’, alerta Ochoa.
3. Relajada El lado positivo de estas mamás es la gran confianza que demuestran en las capacidades de sus hijos, destaca Ochoa. Pero, a veces, no dosifican bien las cantidades de confianza depositada en el niño, lo que puede transformarse en un caso de desatención.
‘No siempre la mamá sintoniza con las necesidades reales de su hijo y no le crea hábitos. Eso puede confundir al niño’, indica Ochoa.
En este sentido, la especialista explica que los niños necesitan tener cierta anticipación sobre lo que va a suceder para generarles estabilidad.
4. Estresada Es uno de los prototipos de mamá del siglo XXI. Son ágiles y eficientes, capaces de asumir muchas tareas a la vez.
¿El lado negativo? A veces se exigen demasiado y no necesariamente disfrutan de lo cotidiano’, dice Ochoa. En ocasiones, también exigen demasiado al niño, lo que puede frustrarlo.
‘Son mamás que se trazan metas, están en todas. Pero a veces hay que priorizar y renunciar a ciertas cosas’.
5. Ejecutiva Las largas jornadas en la oficina las convierten en mamás que buscan estar siempre informadas sobre lo que les sucede a sus hijos.
‘Eso es bueno: se preocupan por sus hijos, aunque sea a la distancia’, dice Ochoa.
Son precisamente esas responsabilidades laborales las que les obligan a delegar el cuidado de los niños a otras personas.
‘Esta falta de contacto directo puede mermar los lazos afectivos con su hijo y que no le confíe sus secretos’, dice Ochoa.